domingo, 19 de noviembre de 2017

"¡Noroc! In memoriam de Ioan P. Couliano" de Valentí Gómez i Oliver (La Vanguardia, 22 de julio de 1991)


¡Noroc! In memoriam de Ioan P. Couliano

ME LLEGÓ LA NOTICIA DE SU TRÁGICA muerte -acaecida en Chicago en el mes de mayo de este bélico año de 1991- a través de un Hermes “romano” (el profesor Elémire Zolla), que sentía por él, al igual que quien redacta estas breves líneas de recordatorio, una sincera admiración.
Ioan P. Couliano había nacido en 1950 en Rumania. Estudió en Italia y luego se fue a los EE.UU. para especializarse con Mircea Eliade. Un paréntesis como profesor en la Universidad de Groningen (Holanda), y luego definitivamente a Chicago donde enseñaba en su prestigiosa universidad.
Estudioso de las creencias religiosas, se había convertido ya en vida del preclaro Mircea Eliade -rumano como él- en su aventajado discípulo y, de alguna manera, en el continuador de su obra. Buena prueba de ello nos la proporciona el magnífico “Dictionnaire des Religions” (Plon, 1990), firmado por ambos, si bien Eliade había fallecido en 1986.
Sus intereses intelectuales eran muy amplios. Había estudiado la gnosis en “I miti dei dualismi occidentali” (Jaca Book, Milán, 1989), analizando a fondo las ideas dualistas que se han manifestado a lo largo de los siglos en Occidente, llegando a la conclusión de que las creencias humanas son el resultado de una serie de variaciones entre pocos principios fundamentales. Examinar los mitos significa, para Couliano, narrar el juego de la verdad. “La condena de la raza humana -escribe al final de ‘I miti’- es que todos los mitos son igualmente verdaderos. Es únicamente el poder el que convierte a unos en más verdaderos que otros...
Resultan fundamentales sus artículos, creo que 14, en “The Encyclopedia of Religión” (McMillan, 1987, bajo la dirección de Mircea Eliade), en los que junto a una docta y rigurosa erudición despliega un escepticismo sapiente y nada desmesurado.
Couliano dirigía una revista (¿qué ocurrirá con ella?), escribía novelas, “La collezione di smeraldi” (Milán, 1989) y “Hesperus” (en prensa en Italia), una gran metáfora sobre el destino de Occidente. Y me contaba sus hermosos proyectos sobre obras ambientadas en pleno renacimiento italiano...
Con Couliano -hablé por teléfono diez días antes de su muerte para comentarle que su artículo para el número 19 de la revista “ArcVoltaic” nos había gustado mucho- teníamos pendientes una cena en una de esas raras trattorias romanas caseras, todavía iluminadas por el espíritu de Baco.
Después de haber leído su último libro, “I Viaggi dell’anima” (Mondadori, 1991), no estoy muy seguro de que, en una de esas noches otoñales didimias, no podamos compartir un espléndido plato de “penne all´arrabbiata”.
VALENTÍ GÓMEZ I OLIVER
 Poeta y profesor en la Universidad de Roma
La Vanguardia, 22 de julio de 1991, p. 24

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