miércoles, 30 de enero de 2008

¿Quién fue Sorana Gurian?

Muy poca personas, si es que hay alguna, se acórdarán (si es que alguna vez escucharon hablar de ella) quién fue Sorana Gurian, una escritora rumana nacida en Comrat, ciudad actualmente perteneciente a la región Autonima de Gagauzia (Moldavia), el 18 de noviembre de 1913 y que murió en París en 1956....

Sorana Gurian tuvo casi al final de su vida, en Francia, una fama efímera, vinculada a la publicación de un libro (Récit d'un combat) en que trataba su lucha contra un cancer de pecho que le llevaría a la muerte (pinchando aquí se puede ver, para quien sepa francés, una entrevista a la autora, sobre este libro, realizada por el programa de la televisión francesa Lectures pour tous.)

Tuve noticias de esta escritora por el artículo que ya mencioné sobre Shestov, en el que Milosz, reconocía que fue esta autora, y no otra, quien le dió a conocer la existencia del autor ruso, autentico punto de apoyo de la Gurian en su lucha contra la enfermedad.

El caso es que, sorprendentemente, existe una traducción de esta olvidadísima escritora al castellano de uno de los libros anteriores a Récit d´un combat -Através de la red- en el que la autora, nos cuenta un interesante relato de su huida de la Rumania comunista. La cuestión es que el libro me gustó, lo leí con mucho interés... e incluso, iluminó -creo- un aspecto de El pensamiento cautivo, de Milosz: la relacionada con la figura del patriarca rumano Justinian Marina, ejemplo, para el autor polaco, de manipulación y desfiguración de la fe cristiana en aras de la sumisión al poder político de un estado comunista...

... sea como fuere, me gustaría recordar a esta escritora olvidada, dejar que por medio de este blog, vuelva a salir de la laguna del tiempo, conseguir que por medio de internet, Sorana Gurian vuelva, de alguna manera, al mundo de los vivos.

El viaje

"...el viaje... nuestra curiosidad, nuestra necesidad de buscar lo nuevo y desconocido, presupone, seamos o no conscientes de ello, una cierta visión del mundo, una cierta "filosofía". Por ejemplo, presupone que el mundo de nuestra experiencia, este mundo que tanta curiosidad nos despierta, tiene cierto valor. Si, como los verdaderos budistas, creyésemos que el mundo carece de valor, que no alberga más que dolor y sufrimiento, que en todo lo relevante, es siempre lo mismo y no existen diferencias que merezcan la pena, que no hay nada nuevo bajo el sol y que la historia de la humanidad no es más que una monótona repetición del mismo dolor y del mismo sufimiento, si realmente creyésemos todo eso, no sentiríamos ninguna curiosidad, ninguna necesidad de experientar lo nuevo y, por lo tanto, no tendríamos ningún deseo de viajar."
Leszek Kolakowski

sábado, 26 de enero de 2008

Amistad y arquitectura espritual

Cena con B*,T*, N* (además de L*, N* y E*, claro)

...ciertas amistades, como buena parte de las estructuras más intimas de nuestra arquitectura espiritual, se forman en la primera juventud -cuando el desconocimiento de los límites de la vida, tiende a mezclar sin distinción y radicalmente, lo más noble con lo más descerebrado. Pasado los años, nos cuesta creer que nuestra ya formada arquitectura espiritual, tan diferente de la de entonces ("¿Cómo podía YO ser así?"), tenga gran parte de sus raíces, en aquella época... sin embargo, esa continuidad existe, formada por el espíritu...

viernes, 25 de enero de 2008

...et ne nos inducas in tentationem...

El Bosco. El peregrino en la tierra/El hijo prodigo
Rotterdam. Boymans Museum.

TENTACIÓN

Bajo un cielo de estrellas estuve paseando,
En una sucesión de ciudades desconocidas de neón,
Con mi compañero, el espíritu de la desolación,
Quien corriendo a mi alrededor y sermonizando
Me dijo que yo no era necesario, por si no yo, entonces alguien más
Estaría caminando aquí, tratando de comprender su edad.
Si hubiera muerto hace tiempos, nada hubiera cambiado.
Las mismas estrellas, ciudades y países
Serían vistos con otros ojos
El mundo y sus trabajos continuarían como de costumbre.

Por el amor de Cristo, apártese de mi.
Usted ya me ha atormentado suficiente, dije.
No es a mi a quien corresponde juzgar el llamado de los hombres.
Y mis méritos, si alguno existiere, no los conoceré de todas formas.

Czeslaw Milosz

Versión de Rafael Díaz Borbón

domingo, 20 de enero de 2008

Un pensador olvidado: Lev Shestov

Muy pocos pensadores necesitan una reedición como Lev Shestov (Лев Исаáкович Шестóв)....sí....ese autor ruso que aparece en El mito de Sísifo de Camus, que fue admirado por Husserl, Buber, Berdiaev; que estudió a Dostoevsky Nietzsche, Kierkegaard, Pascal, Tolstoi, Chejov...
Pero a León Chestov (que es como se conocía en España, siguiendo la transliteración francesa) se le ha traducido por estos lares, muy poco o nada, apenas algunos artículos, teniendose que buscar, si se quiere encontrar en castellano, las ediciones argentinas editadas por Sur: Las Revelaciones de la muerte, 1938 (reeditada de nuevo en 1953 bajo el título de La noche de Getsemani), Kierkegaard y la filosofia existencial, 1947, La filosofia de la Tragedia -Dostoievsky y Nietzsche, 1949.
En medio de este olvido casi absoluto, hace muy pocos años, Nueva Revista, en el numero 97, tradujo el prologo de la, posiblemente, obra más importante y significativa del autor ruso: Atenas y Jerusalén, de la que, como muestra, extraigo este fragmento:

"La oposición fundamental entre la filosofía bíblica y la filosofía especulativa se muestra de una manera particularmente llamativa cuando colocamos las palabras de Sócrates: "El bien supremo del hombre es dialogar todos los días acerca de la virtud" (o las de Spinoza: Gaudere vera contemplationes -"alegrarse en la verdadera contemplación"-), frente a las de San Pablo: "Lo que no nace de la fe, es pecado". La condición de posibilidad del "bien supremo" de Socrates, o de la "auténtica contemplación" de Spinoza, es la determinación del "hombre que conoce" para rechazar toda "bendición" de Dios, por medio de la cual el mundo y todo lo que está en él quedó ordenado a la acción humana. Ya los antiguos habían percibido la "verdad humana" de que el hombre es el único eslabón de la cadena de los fenómenos, que no tiene ni principio ni fin; y esta verdad eterna -constructiva, por supuesto, y procedente del exterior- tenía a su disposición en la Antigüedad el poder de constreñir la inteligencia filosófica y también la capacidad de seducirla o, como señala Leibniz, de convencerla."

En internet, existe un sitio en el que están traducidas todas las obras de Lev Shestov en inglés (ver aquí) y en la que -además- hay un enlace a un ensayo de Czeslaw Milosz, Shestov, or the Purity of Despair fundamental no solo como introducción a Shestov sino, también, como buena introducción a la ensayística del poeta polaco.

Falta de fe

...después de haber hablado con M*, me dí cuenta de lo que había sucedido... no es que -por lo menos para algunos de nosotros- hubieran dejado de existir izquierda o derecha, sino que habían dejado de tener relación con lo que consideramos Bien y Mal, bueno y malo, justo e injusto.

sábado, 19 de enero de 2008

La polémica según Ramón Gaya

...la polémica, eso me aburre muchísimo... en toda polémica siempre hay uno que tiene más razón que el otro. Bueno, pues el que lleva menos razón es el que se come al que lleva más; esto es algo que no tiene vuelta de hoja. Uno de los fracasos de la política es éste, el que tiene más espíritu sucumbe ante el otro. Picasso decía: "Que no pongan cuadros malos cerca de los míos, porque los malos vencen siempre a los buenos". Y es verdad. En una polémica, el que tiene menos espíritu hace descender al otro para poderle explicar las cosas según su nivel; es decir, el nivel que establece es siempre el más bajo...
Ramón Gaya de viva voz Entrevistas (1977-1998)
pg. 35

miércoles, 9 de enero de 2008

Traduciendo "La tierra baldía" en Varsovia, 1944 A.D.


"Unreal City,
Under the brown fog of a winter dawn,
A crown flowed over London Bridge, so many,
Sighs, short and infrequent, were exhaled,
And each man fixed his eyes before his feet"

Pocas cosas son tan necesarias, como buscar referentes, personas, libros, lugares, que nos ayuden a construir una "arquitectura del espíritu"; esto es, unos fundamentos materiales y espirituales; unas realidades éticas, morales, artísticas en donde los hombres nos reconozcamos y nos podamos sentir hombres libres (tomo la acepción de "arquitectura del espíritu" de Juan Pedro Quiñonero -ver su magnifico blog)

No sé si Czeslaw Milosz, tenía en su mente, en 1944 en la Varsovia en llamas, un barrunto de esta "arquitectura del espíritu" de la que habla JPQ, pero por unas lineas que acabo de releer (a Milosz nunca lo leo, siempre lo releeo) me dan a pensar que sí, y más en concreto, en relación con un libro: La tierra baldía de T.S Eliot. Parece como si el poeta polaco, intentara articular parte de su resistencia interior al apocalipsis, desde el libro del autor americano.
Leo:

"Después de tres largos años [de ocupación nazi], me dediqué a excabar hacia capas más profundas, en lo que me ayudaron mucho mis meditaciones sobre la poesía inglesa, leí La tierra baldía de T.S. Eliott en el momento en que se derramaban sobre la ciudad los fulgores del ghetto en llamas." (esto es, entre abril y mayo de 1943) Otra Europa, pg 275.

Más adelante (1 de agosto de 1944, al comienzo del levantamiento de Varsovia):

"bruscamente, todo estalló... un fuego cerrado se iniciaba cada vez que intentábamos un salto hacia delante... pese a todo, no había soltado mi libro. Primero porque hay que respetar la propiedad pública: estaba inscrito en el catálogo de la Biblioteca universitaria.... y luego, porque me era indispensable, aunque esta necesidad pudo borrarse después con bastante facilidad; eran lo Collected poems de T.S. Eliot en la edición de Faber and Faber." Otra Europa, pg 287.

Y aquí me había quedado, con Milosz agarrado a La tierra baldía, en medio de la destrucción de Varsovia, hasta que el otro día volviendo a leer una entrevista que Milosz concedió a Joseph Brodsky en 1989, me fijé en un detalle que no había tenido en cuenta:

"CM: I learned English during the war in Warsaw-

JB:Good place! (laughter)

CM:Good place, ya. And i starded to translate then and i translated "The wasted Land" of T.S. Eliot in Warsaw.

JB:What Year?

CM:´44.

JB:Terrific.

CM:So that was (laughter) a goodplace for it. And undoubtedly, undoubtedly, for me T.S. Eliot meant a lot."

Esta fue la primera traducción al polaco de esta obra. Traducción que, sin duda, ayudó a construir (o en esta caso, reconstruir) la "arquitectura del espíritu" del poeta y, de paso, de la de su país.

martes, 8 de enero de 2008

Libros y cafés

Aquí puedes entrar en la librería-cafetería Massolit de Cracovia.

"Van desde los cafés de Copenhague ante los cuales pasaba Kierkegaard en sus contados paseos hasta los mostradores de Palermo. No hay cafés primeros ni determinantes en Moscú, que es ya un suburbio de Asia. Muy pocos en Inglaterra después de una moda pasajera en el siglo XVIII. Ninguno en Norteamérica fuera del puesto avanzado galo de New Orleans. Si trazamos el mapa de los cafés, tendremos uno de los indicadores esenciales de la "idea de Europa".
El café es un lugar para la cita y la conspiración, para el debate intelectual y para el cotilleo, para el flâneur y para el poeta o el metafísico con su cuaderno. Está abierto a todos; sin embargo, es también un club, una masonería de reconocimiento político o artístico-literario y de presencia programática. Una taza de café, una copa de vino, un té con ron proporcionan un local en el que trabajar, soñar, jugar al ajedrez o simplemente mantenerse caliente todo el día. Es el club del espíritu y la poste-restante de los homeless. En el Milán de Stendhal, en la Venecia de Casanova, en el París de Baudelaire, el café albergó a la oposición política que existía, al liberalismo clandestino. Tres cafés principales de la Viena imperial y de entreguerras ofrecieron el ágora, el centro de la elocuencia y la rivalidad, a escuelas contrapuestas de estética y economía política, de psiconalálisis y filosofía. Quienes quisieran conocer a Freud o a Karl Kraus, a Musil o a Carnap, sabían exactamente en qué café buscarlos, en qué Stammtisch [mesa] se sentaban. Danton y Robespierre se reunieron por última vez en el Procope. Cuando las luces se apagaron en Europa, en agosto de 1914, Jaurès fue asesinado en un café. En un café de Génova escribe Lenin su tratado sobre empirocriticismo y juega al ajedrez con Trotski.
Obsérvense las diferencias ontológicas. Un pub inglés, un bar irlandés tienen su propia aura y sus mitologías. ¿Qué sería de la literatura irlandesa sin los bares de Dublín? Si no hubiera existido la Museum Tavern, ¿dónde se habría tropezado el Dr. Watson con Sherlock Holmes? Pero no son cafés. No tienen mesas de ajedrez, ni periódicos gratuitos en sus perchas, a disposición de los clientes. Sólo muy recientemente se ha convertido el propio café en una costumbre pública en Gran Bretaña, y conserva su halo italiano. El bar americano desempeña un papel vital en la literatura y el eros norteamericano, en el carisma icónico de Scott Fitzgerald y Humphrey Bogart. La historia del jazz es inseparable de él. Pero el bar americano es un santuario de luz tenue, incluso de oscuridad. Retumba con la música, muchas veces ensordecedora. Su sociología, su tejido psicológico están impregnados de sexualidad, de la presencia de mujeres, bien sea esperada, soñada o real. Nadie escribe tomos sobre fenomenología en la mesa de un bar americano (compárese con Sartre). Hay que pedir nuevas bebidas si uno quiere seguir siendo bienvenido. Hay
"gorilas" para expulsar a los no deseados. Cada uno de estos rasgos define un ethos radicalmente distinto del propio del Café Central, el Deux Magots o el Florian. "Habrá mitología mientras haya mendigos", dijo Walter Benjamin, un apasionado entendido en cafés y peregrino entre ellos. Mientras haya cafés, la "idea de Europa" tendrá contenido."


George Steiner "Una idea de Europa"

lunes, 7 de enero de 2008

Listening to History de Bill Woodrow

Esta es la fotografía que eligió Penguin para, hace unos años, diseñar la portada de una nueva edición en bolsillo de The Captive Mind, (El pensamiento cautivo) de Czeslaw Milosz.
Se suele decir que una imagen vale más que mil palabras, pero en este caso, la escultura de Bill Woodrow, no sólo nos pone en situación respecto a lo que es el contenido del libro, sino que, para mi sensibilidad, resume en una imagen lo que ha sido (y es, en muchos casos), el papel y caracter del intelectual contemporáneo. El titulo de la escultura me parece, además, muy brillante: Listening to History.
Una imagen para meditar.
O un (nuevo) aviso.

domingo, 6 de enero de 2008

Robinson Jeffers y la "magnitud terrible del mundo."

Teniendo en mente la estupenda entrada que Borja ha escrito desde la Patagonia para Feacios, sobre la civilización y la “magnitud terrible del mundo”, me he animado a buscar en mis papeles un poema de Robinson Jeffers.
Quienes me conocen, saben que mis ideas no pueden andan muy cercanas a un escritor que se apoya en autores tales como Darwin o Nietzsche. Pero no hay duda que es un gran poeta, capaz de trasladar en palabras la realidad, y alejarse, de esta manera, de esa obsesión, tan moderna, de no escribir más que del magnifico y pesadísimo ego del magnifico y pesadísimo poeta.

Noche cubierta
De noche, hacia el amanecer, todas las luces de la playa han muerto
y el viento se mueve. Mueve en la oscuridad
el poder durmiente del océano, no más bestial que humano
no debe compararse; lo suyo y lo suyo.
Su aliento soplando a tierra confunde el mundo con niebla; no
hay estrellas
danzando en el cielo; no se distingue la luz de ningún barco.
Veo los pesados cuerpos de granito de las rocas del
promontorio,
antiguas ya cuando Egipto tuvo pirámides,
abultarse en el gris del cielo, y tras ellas los chorros de los
árboles jóvenes
que planté en el año de la paz de Versalles.
Pero aquí está la paz final y sin ridículo. Antes que el primer
hombre
aquí estaban las piedras, el océano, los cipreses,
y la pálida región en el tosco domo de niebla, como piedra, en
donde la luna
cae al oeste. Aquí está la realidad.
Lo otro es un episodio espectral; tras aquietarse las diversiones
del animal inquisitivo: la oscura gloria.
Traducción de Pablo Soler Frost