domingo, 24 de febrero de 2008

Esperando a San Benito

"Siempre es peligoso establecer paralelismos históricos demasiado estrechos entre periodos; entre los más engañosos los establecidos entre nuestra propia era en Europa y Norteamerica y el Imperio romano en decadencia durante la Edad Oscura. No obstante existen ciertos paralelismos. Un giro crucial se produjo en la antiguedad cuando hombres y mujeres de buena voluntad abandonaron la tarea de defender el imperium y dejaron de identificar la continuidad de la comunidad civil y moral con el mantenimiento del imperium. En su lugar se pusieron a buscar, a menudo sin darse completamente cuenta de ello, la construcción de nuevas formas de comunidad dentro de las cuales pudieran proseguir la vida moral de tal modo que moralidad y civilidad sobrevivieran a las épocas de barbarie y oscuridad venideras. Si mi visión del estado actual de la moral es correcta, debemos concluir también que hemos alcanzado el punto crítico. Lo que importa ahora es la construcción de formas locales de comunidad en cuyo interior la civilidad, la vida moral y la vida intelectual puedan sostenerse en la nuevas edades oscuras que caen sobre nosotros. Y si la tradición de las virtudes fue capaz de sobrevivir a los horrores de las edades oscuras pasadas, no carecemos totalmente de esperanza. Empero, en nuestra época los bárbaros no esperan al otro lado de la fronteras, sino que llevan gobernárdonos hace algún tiempo. Y nuestra falta de conciencia de ello constituye parte de nuestra difícil situacón. No estamos esperando a Godot, sino a otro sin duda muy diferente: estamos esperando a San Benito"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Pero es posible aislarse del orden social? Quiero decir, ¿es posible defender un reducto? Yo siempre distingo entre los conservadores del orden social -la derecha conservadora- y los conservadores del orden propio -la casa, el jardín, los amigos, los libros, las pequeñas cosas. Lo malo es que tengo la duda de que lo segundo pueda pervivir en el orden acelerado de lo primero, a la vez que, paradójicamente, y eso es otra causa de no supervivencia, lo primero suele ser el sustento material de lo segundo. Es un problema que reconozco no tener resuelto, pero de ahí surgiría la diferencia entre los conservadores estoicos -se retiran a su ámbito sin pensar que ese ámbito se ve al final disuelto por el orden social- y los conservadores rebeldes o heterodoxos -son conscientes de que defender unos determinados principios de civilización pasa por defender medidas políticas y económicas que serían heterodoxas para los conservadores del orden social, que son los marcan en esto la pauta además a los conservadores estoicos.

Don Cogito dijo...

... hombre, a mi más que hablar de conservadurismo (por mucho que hable también de conservar)lo que quería con esa entrada era expresar la necesidad de crear nuevas "formas locales de comunidad", capaces de resistir y transmitir una serie de valores, conocimientos, creencias etc..." casi nada"!!! En cuanto a si es posible aislarse del orden social, creo que es muy difícil, pero si relativizar ciertos fatalismos, que muchas veces son más la imposición de unas mínorías que otra cosa.

El planteamiento que das entre un tipo y otro de conservadurismo, me recuerda (aunque creo que no es exactamente lo que planteas) a la diferencia entre conservador "clasico", eso es, aquel de defiende o cree que en gran parte, el orden existe se impone por su propio peso, e tanto orden natural o querido por la religión; y el contrarrevolucionario, eso es aquel que defendiendo principios parecidos, deja un poco de lado consideraciones como razón natural o creencias religiosas, defendiendo más bien, la primacía de la voluntad, la acción revolucionaria (o más bien contrarrevolucionaria, vease De Maistre)para conservar tales valores.

No sé si te rreferías -en parte a eso-

Como siempre muchas gracias por tu interés.