jueves, 21 de noviembre de 2013

Entrevista a Guillermo Cabrera Infante. Programa “A fondo”. 6. “Así en la paz como en la guerra”. Retratos de los “barbudos”.



“Así en la paz como en la guerra” es su libro de relatos publicado en La Habana en 1960, que tiene una segunda edición en España, en el año 71.

-Sí. Este libro fue escrito bajo la dictadura de Batista… y no lo publique hasta el segundo año de la Revolución.

En esos años había una gran curiosidad, no solamente en La Habana, sino en el mundo entero, por los jóvenes revolucionarios, los jóvenes escritores e intelectuales que estaban de cierto modo asociados a la revolución de Castro, que creo que ha sido una revolución vista con general simpatía en todas partes (hablo de los comienzos…
-...sí...
… estamos hablando del momento…
-... por supuesto...
… del momento en que los barbudos teniendo una etapa estelar… y de enorme popularidad). ¿Acaso eso pudo influir en el éxito que tuvo este libro cuando apareció?

-Yo creo que sí. El libro tuvo un gran éxito… porque tuvo tres ediciones sucesivas en tres meses a partir de su aparición. Era un libro que describía, por primera vez, la lucha en la Sierra Maestra, en las ciudades, contra Batista… y mechado entre estas descripciones muy breves, lacónicas, casi viñetas, se podrían llamar, había fragmentos de la vida en Cuba bajo Batista y antes de Batista.

¿Conoció a usted a algunos de los famosos nombres, de los famosos personajes de la revolución?

Castro, Rafael del Pino y Armando Gali Menendez 1947 Gang de la Union Insurreccional Revolucionaria (UIR).
-Sí. Yo conozco a Fidel Castro desde el año 48. Es decir, él solía asistir a una especie de peña literaria que había en una esquina habanera. Él formaba entonces, aunque a él no le gusta que recuerden este pasado, forma entonces parte de uno de los grupos de acción que eran una especie de pandillas que se mataban entre sí, y él formaba parte de una de estas pandillas, y estas pandillas, cosa curiosa, se congregaban alrededor del llamado Paseo del Prado en La Habana, frente a la Peña Literaria, en el Salón Cristal y aunque no se hacían nada en público estos gansters, se miraban siempre con malos ojos, y Fidel castro se aproximaba mucho a la Peña Literaria… entonces, por supuesto, no tenía barba, tenía una barbilla fugitiva, más bien, y siempre “estaba de… traje”… es decir, siempre llevaba un saco bajo el que ocultaba la… una pistola. Y lo volvía a encontrar en el año 59, cuando yo hice, junto con otros periodistas, todo el periplo que lo condujo a Washington, a Nueva York, a Canadá, y después por América del Sur.

¿Conoció usted a Cienfuegos?

-Sí. Era el más simpático de los líderes revolucionarios… el más simpático de los guerrilleros… y fue lamentado por mucha gente en Cuba que muriera en circunstancias… tan extrañas…

¿Qué opinión tiene usted del Ché?

-Era un hombre excesivamente autoritario. Muy argentino… es decir muy… muy poco cubano. Bastante rígido y muy contradictoria figura. En principio él se unió mucho a los comunistas locales y después terminó, más bien, en conflicto con esos comunistas… los comunistas oficiales del entonces llamado Partido Socialista Popular. Y su ida de Cuba fue ida en el cual él no se fue en muy buenas migas con Fidel Castro. Es decir, él decidió emprender esta aventura… guerrillera que le fue fatal en América del Sur, como una salida a sus problemas cubanos. Él decide… él ya no tenía nada más que hacer en Cuba.

¿Raúl?

-Raúl Castro era un hombre con el cual se podía hablar más que con Fidel Castro; es decir, Fidel Castro tenía la tendencia a no oír a nadie, había que oírle a él todo el tiempo, mientras que con Raúl se podía dialogar. Pero en sus últimas fotografías se me parece, cada vez más, a un dictador latinoamericano.

Raúl ha sido un hombre, o por lo menos durante el ejercicio de su… de sus funciones, ha sido un hombre muy atento con los visitantes extranjeros, un hombre, además, de una gran puntualidad…

-Sí.

… de una cortesía quizá exquisita, aunque un poco fría…

-Eso parece, sí.

… ha dado una sensación completamente distinta a la imagen que no tiene nada que ver que con la de Fidel…

-E inclusive no llevaba barba. Ahora lleva un bigote. Muy latinoamericano.

¿Desaparecieron los barbudos ya?

-Sí, en cierta forma ya llegaron a desaparecer… desaparecieron, sobre todo, al principio lo que se llamaban los melenudos que tenían no solamente, como Camilo Cienfuegos, la barba larga, sino el pelo largo… ya desaparecieron desde 1959… y a partir de ese momento no se veía muy bien a la gente que no había participado en la lucha de la Sierra Maestra, que se dejara crecer la barba. Había una contradicción aquí… de la imagen ofrecida por Fidel Castro y los otros barbudos.


Adenda:

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