lunes, 21 de abril de 2008

Escila y Caribdis

Odiseo entre Escila y Caribdis. Johann Heinrich Füssli

“... el progresismo siempre se identifica con las causas históricas prestigiadas en cada momento, pues lo suyo consiste en estar en favor de lo inédito, del futuro, a través del presente más prometedor. De ahí su riesgo principal: dar por definitivas cosmovisiones coyunturales. De ahí también la reducción a la cosmovisión coyuntural dominante de todo lo demás... En esto coinciden, pues, integristas y progresistas: dan por íntegro un aspecto, que hacen primar sobre todo el resto. Es evidente que de este modo integristas y progresistas terminarán encontrándose también en su concepción de la historia, ya que el primero de los últimos termina por coincidir en la carrera con el último de los primeros: el integrista se instala íntegramente en el pasado, el progresista en el futuro, y ambos resultan aquinéticos por inmovilizar su instalación. No es raro que el integrista y el progresista -cuñas de la misma madera- terminen por compartir el lema· «bonum ex integra causa, malum ex quocumque deffectu» (lo bueno lo es totalmente, y se convierte en malo por cualquier defecto). Unos y otros...[tienden a]... simplificar el matiz...”

(J. Ramón Calo, D.Barcala: El pensamiento de Jacques Maritain, p. 191)

6 comentarios:

Borja Lucena Góngora dijo...

¿SOn el progresismo y el integrismo las escila y Caribdis en las que la sociedad occidental contemporánea está destinada a encallar? ¿No existirán pilotos diestros, marineros esforzados, remeros vigorosos que permitan evitar esta dicotomía perversa? ¿Es que es preciso elegir sólo entre esas dos torturas intelectuales?

Don Cogito dijo...

Madre mia Borja espero que sean preguntas retóricas... justamente conozco un "chico de Itaca" que no se encalló... como feacio derías saberlo...

Animo!

Fco. Javier Blázquez Mena dijo...

El problema, don Cógito, es que el presente no existe.

Los términos progresismo e integrismo a qué ámbito se refieren, ¿al moral, al cultural, al político, al religioso? ¿Son términos olísticos o calificativos de ciertas conductas humanas?

El progreso, visto desde mi "imparcialidad" nunca es nada inédito, sino una postura sintética tras la contemplación de lo conocido, luego quizás sí novedoso, pero esencialmente construido con elementos reciclados.

Bueno, mi superficial interpretación hegueliana del presente como momento neural de síntesis de elementos acaecidos me hace ver en el término "progresista" una naturaleza positiva que, claro, depende de la definición que se tome como más conveniente para la realidad que circunscribe la palabra.

Otra cosa, "occidente" siempre ha sido un simple "accidente" hacia algo nuevo... Escila y Caribdis ladran más que muerden (falsos mitos)...

Víctor Mañosa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Víctor Mañosa dijo...

No sé... tengo la sensación que esta reflexión entra en cierta contradicción con la de Chesterton (Post del 6/4/08). Me explico: no creo que sea lo mismo el dogmatismo i el sectarismo de ciertos llamados progresistas (*), y el de los progesistas, pongámos por caso del siglo XVIII. Bah, sólo digo esto por llevarte la contrária... así que no sigo por ahí.

Yo creo que un punto de ruptura se produce en los años treinta,cuando muchos intelectuales de izquierdas, frente a un tipo de totalitarismo (el fascista), deciden apoyar otro tipo de totalitarismo absolutamente homologable al primero, y no al modelo democrático de sociedad abierta.

No quiero decir que el dogmatismo de ciertas posturas progresistas se produjera entonces y no antes, eh.

Desde luego mi nivel cultural no está a la altura de este punto de encuentro que es tu blog (no tengo suficiente cultura política ni filosófica para seguiros) pero en todo caso, humildemente, apuntaré que a mi me impresionó mucho la lectura de un libro (bastante tendencioso pero interesantíssimo) que es "El Fin de la Inocéncia" de Stephen Koch (Tusquets), al cual llegué a partir de la lectura del libro de Antonio Muñoz Molina "Sepharad" (Alfaguara).

Un abrazo.

(*) insisto en lo de ciertos, por que yo mismo me siento cómodo considerándome un progresista, y sin embargo lucho cada día -espero que con un mínimo de éxito-
para mantener mi pensamiento abierto.

Don Cogito dijo...

Victor... hombre todo lo que cuentas es muy interesante pero como verás con la siguiente entrada tiene más relación con cierta idea de entender el progreso y el progresismo que se tiene en estos lares. Para mi más allá de estar o no a favor o en contra de eso que llamamos progreso, existe, cuando menos en España, una actitud digamos que "integrista" de entender estas cosas que no me gusta. De eso es de lo que me quejo.

Lejos de mi la crítica despiadada a "progresistas".

Humildemente me cuesta entrar en tales temas. Desconfío mucho de esa idea de progreso que identifica paso del tiempo con mejora del ser humano... pero tampoco me siento muy agusto -como ya he dicho- con la crítica despiadada a esa idea. Muchas veces tengo la sensación que tal crítica radical intenta justificar ciertos rasgos inhumanos en el ser humano ante los que no creo que no se debe transigir.
(Un día intentaré explicarme con más claridad -disculpame a acabo de llegar a cenar con unos amigos, son las dos de la mañana y las neuronas me patinan más de lo normal...)

De todas maneras Victor me alegro mucho de verte "por aquí". Me parece que en el fondo estamos de acuerdo.

Un saludo afectuoso.

PD: El libro de Koch es una maravilla...