jueves, 3 de abril de 2008

El contrato de un criado

Sonata para violín nº 1 en sol menor (BWV 1001), primera página del autógrafo

Contrato de trabajo de Bach como organista en Arnstadt

“Por la presente, nuestro Noble y Muy Gracioso Conde y Señor Anthon Günther, uno de los Cuatro Condes del Imperio, consiente a Juan-Sebastian Bach que sea aceptado y tomado como organista al servicio de la Nueva Iglesia, en consecuencia de lo cual le debe ser, ante todo, leal, fiel y obediente, y debe mostrarse particularmente industrioso y digno de confianza en la función, vocación y práctica del arte y de la ciencia que le son asignados. No deberá mezclarse en otros asuntos ni funciones; deberá los domingos, días festivos y otros días de oficios públicos divinos, en la mencionada Nueva Iglesia, sentarse ante el órgano que le ha sido confiado; cuidarlo y velar por su buen estado; informar a su debido tiempo en caso de que se desarregle y velar para que se realicen las reparaciones precisas; no permitir su acceso a nadie sin haber advertido previamente al Superintendente; y en general, velar para evitar los daños, así como asegurarse de que todo esté en perfecto orden y buenas condiciones; igualmente, y por otra parte, deberá cultivar en su vida diaria el temor a Dios, la sobriedad y el amor a la paz; evitar las malas compañías y toda distracción de su oficio, y en general conducirse en todas las cosas con respecto a Dios, a la Alta Autoridad y a sus superiores como conviene a un empleado y organista que mira por su honor. Por todo ello, recibirá el salario anual de 50 florines, más 30 táleres para alojamiento”

9 de agosto de 1703: Consistorio condal de Schwarzburgo.

13 comentarios:

Fco. Javier Blázquez Mena dijo...

¿Por qué los artistas nacen con estómago?

Es curioso: en el contrato se hace mucho hincapié en la condición de técnico organista, o mejor dicho, de cuidador del instrumento (que no se rompa, que no se desafine.., etc).

Hasta Mendelson, Bach, no fue más que el oscuro secreto de Mozart y de algún otro compositor.

Tuvieron que pasar 123 años hasta que se decidieron por encumbrar a Bach.

Me hace gracia, por otro lado la honradez e ingenuidad del Conde: Oye Johan, aplícate en ser "particularmente" industrioso..., en la función, vocación y práctica del arte y de la ciencia que te son asignados...

Parece que lo hizo, y muy bien

Borja Lucena Góngora dijo...

Subrayar de modo tan explícito las obligaciones mecánicas del músico tiene que ver con la condición de "operario" de éste; en el tiempo de Bach el músico no deja de ser un criado que sólo tiene derecho a usar la puerta de servicio y a comer junto al resto de los criados. Todavía no se ha dado eso tan raro que fue la emancipación profesional del músico, que quizás no se diedse hasta Beethoven. El músico es un artista en el sentido clásico, alguien dedicado al manejo físico de instrumentos, en su sentido técnico. El que su trabajo sea realizado con las manos es señal de su condición servil y subordinada, de su bajeza con respecto a las altas funciones intelectuales. El concepto de "bellas artes" no se acuña y populariza hasta la eclosión de los ilustrados franceses.
En cuanto a la afirmación de Casanueva de que Bach fue olvidado hasta la famosa representación de la "Pasión según San Mateo" que dirigió Mendelsson en 1829 (creo recordar), es algo muy repetido, pero no por ello engañoso. habría que puntualizarlo. En realidad, Bach nunca fue olvidado por los músicos. Existe una continuidad estricta entre él y la época de su supuesto redescubrimiento: al menos dos hijos de Bach establecieron un contacto directo entre el barroco y la época clásica; Mozart lo estudió fervientemente y tuvo contacto con sus hijos (Carl Philip el más conocido, pero también Johan Christian, con el que coincidió en Londres). Orquestó fugas de Bach y extrajo de sus obras un amplio conocimiento del contrapunto y los "modos antiguos" de tratamiento de la materia musical. Beethoven, por su parte, también se incluye en una corriente que, a través de sus maestros, le vincula directamente a Bach. No existe esa discontinuidad, como si los románticos hubieran rescatado del enterramiento histórico a un Bach desconocido. El dominio de la fuga y el contrapunto de Beethoven, Mozart y otros músicos de su época no se entiende si no es por vinculación a una tradición sólidamente conformada y de la que Bach era, sin duda, el mayor maestro. Estas conexiones "ocultas", que permiten que la técnica de Bach traspase a todos los grandes compopsitores de los siglos XVIII y XIX, están muy bien expuestas en la biografía de Bach escrita por Ramón Andrés y publicada por Acantilado. Un saludo.

Fco. Javier Blázquez Mena dijo...

Bueno, sí y no. Este es el primer contrato que firma el jovencito y "becario" Bach, hijo de trompeteros y flautistas..., vamos, un artista de la BBC de antaño (Bodas, bautizos y comuniones) Pero en cuanto se zafa de ese pueblucho de Arnstdt y cae en manos del duque de Wilhelm, y más tarde en las del príncipe Leopoldo de Anhalt, su suerte cambia radicalmente.

Había leído yo algo de eso un librito divulgativo de Lucien Rebatet, en el que decía de Johan Christian Bach, que la música del padre le parecía de "ideas rancias", y que fue gracias al otro hijo , Carl Philipp el que salvó unos cuantos manuscritos, que no consiguió más que comercializar el de El arte de la fuga, y que solo vendió 30 ejemplares en 6 años. Y que si no es por el barón Van Swieten, mecenas de Mozart y Beethoven, chungo...

Voy a ver si entre mi cruzada republicana y otras frivolidades leo ese librito que comentas.

Por otro lado, a mi me parece gracioso y tengo que que ver mejor eso de "mostrarse particularmente industrioso y digno de confianza en la función, vocación y práctica del arte y de la ciencia que le son asignados". Aquí hay tema...

Anónimo dijo...

Aunque con un retraso imperdonable, acabo de referirme a tu muy buen seleccionado extracto de Solshenitsin (o como quiera que sea, porque lo he visto de mil maneras). No he podido leer en los últimos días blogs, por falta de tiempo, pero en dos o tres días te comento tus nuevas entradas. Un abrazo.


P.D.:Me reitero en que eres un gran antólogo, pero estoy seguro de que también serías un gran escritor.

Don Cogito dijo...

Counter- revolucionary:
Me siento apabullado. No creo para nada que pueda ser un gran escritor... me cuesta muchísimo escribir. Antólogo intento serlo y más de determinados textos que intentan dar un enfoque diferente a muchas cosas que se toman por obvias. Tanto el de Solshenitsin y el de Bach tenían este función. Con este último lo que intento es recordar un poco la evolución del papel social del músico (y en gran parte de los artístas en general.)

Saludos

Don Cogito dijo...

Borja... muchas gracias por tu aportación y tu interesantísima- información acerca de Bach (sigo pensando que deberías crearte un blog personal)
No puedo negar que cuando escribí este blog te tenía en mente. Me imaginaba que te podía interesar.

Como siempre muchos saludos.

Don Cogito dijo...

Casanueva...

Si, tienes toda la razón que en la frase "mostrarse particularmente industrioso y digno de confianza en la función, vocación y práctica del arte y de la ciencia que le son asignados"...hay tema...

En cuanto a los libros que mencionas... ¿Porque no los incluyes en ti blog?... se que no son temas muy "republicanos"... pero no es cierto que en una buena república que se precie, no debe haber la posibilidad de una buena instrucción pública...

Saludos

Borja Lucena Góngora dijo...

Creo que habría que distinguir entre el favor del naciente público, que sí dio la espalda a lo que le parecía confusión barroca y grotesca de la música de Bach, y el modo en que lo consertvaron los mismos músicos; no ssé del comentario de Johan Christian, pero sea como sea creo que en el respecto musical es la música la que ha de servir de criterio, y está claro que, aunque la nueva época transformara el gusto musical, tanto Mozart como Beethoven -frente al gusto del público que reputaba ese modo de hacer múcisa como confuso y bárbaro, frente a la simpleza de la melodía acompañada-siguieron recreándose en el contrapunto y sus diversas formas, tal y como Bach lo había determinado años antes. Para Mozart descubrir el contrapunto fue una ilumninación, y todo su saber en este orden lo tomó del padre Martini y de las partituras de Bach (se dice que cayó fulminado cuando visitó la iglesia de Santo Tomás de Leipzig y tuvo acceso a los escritos del viejo Bach); por esa razón, sobre todo a partir de los años 80, su música se hace gruesa y las líneas melódicas superpuestas se multiplican y complican. Todo se llena de fugas, de estructuras canónicas, de polifonías enrevesadas. En Beethoven ocurre tres cuartos de lo mismo: la complejidad de sus composiciones aterraba al público, pero los músico aprendieron de él, no de los músicos "comerciales" adheridos al estilo galante. Es curioso que exista una línea directa entre Beethoven y Bach, aparte de van Swieten que también tioene importancia: una línea directa estrictamente musical, ya que ascendiendo en la sucesión de músicos que hacen de maestros de los sucesivos, en tres o cuatro pasos pasamos del maestro de Beethoven (Neefe, si no recuerdo mal)a Homilius (creo que mi memoria no me falla), que fue discípulo directo de Bach.
A D. Cógito le agradezco su comentario, aunque no puedo achacarlo más que a su acostumbrada benevole4ncia.
Bueno, hasta la próxima.

Don Cogito dijo...

Borja....

Tan apabullante y clarificador comentario reafirma mi petición de que te animes a crear un blog.

Y no es benevolencia.

Saludos

Víctor Mañosa dijo...

En otro sitio, le escribo a un amigo: "En tu carta me cuentas que cuando el viejo murió (exactamente el 28 de julio de 1750), a su viuda le descontaron quince días del sueldo que éste percibía de la corte de Leipzig, porque el condenado viejo se puso enfermo el día quince de aquél mes y no trabajó más. Y dejas para mí los comentarios..."

Excelente entrada.

Don Cogito dijo...

Tremendo. No sabía que hubiese continuado tal "régimen" hasta el final de su vida.

Muchas gracias por tu interés.

Por mi parte, intento todos los días pasarme por tu magnifica página.

Un saludo.

Víctor Mañosa dijo...

Te agradezco el interés. De momento voy a intentar dejar el blog en "parada momentánea". Yo si que te seguiré, y si no te importa -y sin que pase aquello de "hostes vingueren que de casa ens tregueren"- dejaré algun comentario. Aunque veo que tienes unos lectores habituales con altura! Bueno, un saludo!

Don Cogito dijo...

Saludos y muchas gracias