martes, 19 de noviembre de 2013

Entrevista a Guillermo Cabrera Infante. Programa “A fondo”. 1. Presentación, infancia y juventud.

Fotografía antigua de Gibara.
Este es un pueblo... un pueblo con pretensiones de ciudad. Tiene unos quince mil habitantes. Está en la costa oriental de Cuba. Se llama...


Gibara. El nombre del pueblo ha sido pronunciado por uno de sus hijos más ilustres: el escritor don Guillermo Cabrera Infante. Al que recibimos hoy en el programa.

Fue aquí donde empezaron a dispararse las primeras ilusiones y los primeros sueños del que había de ser uno de los intelectuales más precozmente… llamados a establecer una polarización en torno a su persona, y una curiosidad que es hoy internacional.

Guillermo Cabrera Infante ha sido un hombre precoz… ha sido un hombre que escribió… que empezó a escribir muy pronto… teniendo a penas… ¿Cuántos años?

-Dieciocho años.

Dieciocho años. Tenemos una serie de fotografías en un álbum que iremos viendo poco a poco en el que en diversas etapas de su vida, de su joven vida, le vemos manejando ya máquinas de escribir. Esa precocidad suya le ha acompañado en muchas otras cosas. Con esa misma precocidad colgó los estudios de medicina… si no estoy equivocado

-Sí.

También fue precoz para casarse. Para la literatura y para el amor. Y fue precoz en otras muchas otras cosas de las cuales tendrá noticia el espectador a partir de este momento.

¿Cómo era el entorno social en el que nació Guillermo Cabrera Infante?

-Bueno a mí… me gusta que la pregunta porque me gustan las cronologías. Tengo que comenzar diciendo que nací en 1929. El 22 de abril. Fecha también en la que nacieron Lenin y Shirley Temple. Esto me ha condenado políticamente, y me ha llevado también a tener que ver con el cine. 1929 fue el año del gran crack financiero mundial, y esto me ha convencido de que nunca seré rico.

No hay razón alguna para sospechar que eso no pueda tener… otra cara… ¿no?

-Mera superstición de números y fechas.

Bien. En ese año 1929, que el que nace Guillermo Cabrera… ¿Cómo era la vida en Gibara?

-Era una vida que comenzaba a cambiar porque el puerto era… había sido muy importante durante la colonia española y los primeros años de la república. Y después cuando construyeron la gran carretera central, el pueblo comenzó a quedar a un lado, y fue convirtiéndose, poco a poco, en un pueblo fantasma. Ya cuando lo abandonamos mi familia y yo, en 1941, había descendido mucho como pueblo, pero en realidad, era un pueblo muy bello, muy amable, como tantos otros pueblos tropicales, que podemos encontrar en Venezuela, en América central. Y yo nací de… padres… mi padre que era tipógrafo, periodista local, y mi madre que tenía inclinaciones políticas, tanto que ellos dos fueron fundadores del Partido Comunista en el pueblo en el año 34… Tengo un recuerdo muy preciso de los avatares a los que condujo esta inclinación política. De haberme despertado un día, cuando yo tenía siete años, en 1936, y ver pasar corriendo a mi madre hacia el fondo de la casa, perseguida detrás por mi hermano, y después de eso, dos guardias rurales que era la policía… rural de Cuba, que entraban con armas en la mano persiguiendo a mi madre hacia dentro de la casa. Resultaba que ellos, es decir mis padres, eran encargados de la propaganda comunista en el pueblo, y estaban vigilados. Entonces esta mañana cogieron presa a mi madre (mi padre no estaba en la casa, se presentó más tarde a las autoridades) y los dos fueron llevados a la capital de la provincia, Santiago de Cuba, que queda como a unos quinientos kilómetros de Gibara… y aquí me tropecé yo con mi primera soledad… es decir que me quedé en manos de mis abuelos, y padecí mis primeros trastornos psíquicos que después, ya mayor, se convirtieron en un nervous break down del que creo que hablaremos en el futuro.

Quedamos entonces, en que hay, por razones políticas, unas primeras crispaciones, unas primeras vivencias casi traumáticas en el niño Guillermo Cabrera… en ese niño que estaba apenas estaba empezando a enterarse de lo que había al alrededor… supongo que yendo al colegio…

-Sí.

… estudiando ya…

-Cosa curiosa yo estudiaba en un colegio de cuáqueros que se llamaba “Los amigos”, hasta que mis padres fueron presos. Después que ellos regresaron al pueblo mi padre tuvo dificultades económicas. Y tuve que dejar el colegio y asistir a la escuela pública y finalmente él se trasladó a La Habana en el año 1940 y luego nos trasladamos todos en el año 1941. Y ahí terminó mi niñez… que fue pobre… es decir éramos bastante pobres nosotros… pero fue muy feliz… y comenzó una adolescencia pobre también, pero más infeliz que la niñez porque había dejado el pueblo, una casa grande, la familia... Y nos encontrábamos entonces en La Habana viviendo en un cuarto, un falansterio (que se llaman “solares” en Cuba) y ahí la vida era muy reducida y, bastante miserable.
Fotografía antigua de Gibara.

Se ha dicho siempre que la edad feliz es la juventud, y sin embargo tantas y tantas veces cuando escuchamos a la gente contar sus vivencias parece que la adolescencia y la juventud han sido las edades de mayores infortunios.

-Para mí fue… terrible. Es decir, es un proceso que yo quiero volver a pasar… y a veces con mis hijas, que están en la adolescencia las dos, pienso de lo difícil que se hace la vida para un adolescente. Sin embargo es una época en la que uno está tan seguro de tantas cosas. Piensa que tiene la verdad de… la verdad de la vida. Cree que el futuro es tan largo como la eternidad. No piensa en la muerte. Cosas que van apareciendo después con los años maduros.

¿Qué impresión le causa al joven Guillermo Cabrera Infante esa irrupción en la vida de la ciudad?


Nos decía antes Guillermo Cabrera que él nació el mismo año del crack de los Estados Unidos…

-De Wall Street.

De Wall Street. El mismo año en que nació Lenin…

-No, el mismo día.

… el mismo día en que nació Shirley Temple, pero también habría que añadir, como otro dato importante para la biografía de Guillermo Cabrera, que nació en Oriente, en la provincia que es también la que dio a… a cubanos tan históricamente famosos como Fulgencio Batista, el último dictador, y Fidel Castro, que es el actual líder… de la Cuba de hoy.

-Cosa curiosa hemos nacido los tres en un radio de cien kilómetros… es decir Gibara, que por mucho tiempo se pensó que era el puerto por el que había desembarcado Cristóbal Colón por primera vez en Cuba, en 1492, y para desengaño de los vecinos del pueblo se descubrió que Colón, efectivamente, había desembarcado unos seis kilómetros en otro puerto aledaño. Y Banes, que está a unos 50 kilómetros de Gibara, fue donde nació Batista y en Birán, más hacia el interior de la provincia, a unos 70 kilómetros de Banes y Gibara, nació Fidel Castro.

¿Tiene la provincia de Oriente unas características especiales como para dar una cierta clase de hombres?

-Era una provincia que era la más grande y la más rica de Cuba. Era también la más independiente. Tanto que en un tiempo se pensó en hacer una provincia federal de la provincia de Oriente. Allí nació uno de los grandes libertadores de la época de la colonia: Antonio Maceo y en ella murió José Martí, el que se ha llamado el apóstol de la libertad de Cuba.

La Habana. Pre-1958. Neptuno y Amistad, mirando a Roseland. (Ver enlace)
Adenda:

Entrevista a Guillermo Cabrera Infante. Programa “A fondo”. Introducción.


El pasado día 6 de noviembre fue publicado Mapa dibujado por un espía, un inédito de Guillermo Cabrera Infante. Editado por Miriam Gómez y Antoni Munne, este nuevo libro del autor de Tres tristes tigres, describe su viaje a Cuba, en 1965, con motivo del fallecimiento de su madre, y su descorazonador reencuentro con la nueva Habana de la Revolución. Su descripción de Cuba recuerda mucho a la que, en Otra Europa, realizó Milosz a su vuelta, quince años antes, en 1950, a Polonia:

“...la economía de la nación, subordinada a la ideología, ponía los pelos de punta. Se le podía aplicar las observaciones de Gulliver en el país de los Balnibardos, administrado por la gloriosa Academia de Inventores, donde ”la gente de arriba esta tan sumergida en sus especulaciones que no piensa en absoluto en lo que sucede abajo", mientras "el pueblo, cubierto de andrajos, camina por las calles con paso incierto, el rostro uraño y los ojos fuera de las órbitas". 
Caí en una crisis que debía durar meses, tanto más dolorosa cuanto que no hubiera encontrado en ningún norteamericano comprensión para una forma tan moderna y extraña de bochorno."
(Czeslaw Milosz, Otra Europa. Pg 322) 
Por este motivo, este blog va a ofrecer, en una serie de ocho entradas, una transcripción "linkeada" de la entrevista que Joaquín Soler Serrano realizó al escritor cubano para el programa "A fondo", de Televisión Española, el 17 de julio de 1976. Estas son:

  1. Presentación, infancia y juventud.
  2. La ciudad, la literatura, el cine, los tebeos...
  3. Cine y vida.
  4. La Revolución.
  5. Dos libros "cubanos": “Tres tristes tigres” y “Vista del amanecer en el trópico”.
  6. “Así en la paz como en la guerra”. Retratos de los “barbudos”.
  7. “O”, Offenbach y las mujeres.
  8. “Exorcismos de esti(l)o”, guiones de cine (y final).

La elección de esta conversación se debe no tanto a la amplitud de esta entrevista -casi un hora- como a la virtud que posee como síntesis de los temas que desarrolla Cabrera Infante en toda su obra. Y muy en especial de algunos de los temas que trata en Mapa dibujado por un espía como el desencanto ante los resultados -terroríficos- de la Revolución, el desgarro anímico que esta experiencia le supuso o la aceptación del exilio como modus vivendi

Se podría argüir que no hacía falta transcribir una entrevista, cuando ya existe el vídeo que, en abierto,  RTVE tiene a disposición de los internautas. Creo, sin embargo, que, sin conocer los términos en que se concretó la grabación, es transparente que en las contestaciones de Cabrera Infante -en especial cuando se refiere a Cuba- hay muy poco lugar para la improvisación. Están medidas y pensadas. Tienen una intencionalidad política clara: señalar tanto la naturaleza tiránica del Régimen instaurado en la Isla a partir de 1959, como la posición absolutamente contraria a ella del escritor. Poseen, por lo tanto, un fuerte caracter testimonial. De denuncia. Por esta razón se hace preciso su transcripción.  A su vez, la versión en texto favorece el enriquecimiento de la entrevista mediante el uso de imágenes y enlaces capaces de dar un contexto preciso a lo dicho por el novelista.

Por último, cabe recordar las restricciones que, en países como Cuba, sufre la Red en manos de un gobierno que limita/censura la libertad de información de la población, por medio de la reducción, al mínimo, del ancho de banda y de la imposición de un alto coste en la descarga de archivos. En tales circunstancias, la transcripción, que no el vídeo, facilita en mucho el acceso a la entrevista.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Chumy Chumez. Diario Madrid 30-3-1968

"La Dama de Vallcarca" de Juan Eduardo Cirlot.

Vallcarca. Fotografía de Manel Armengol

LA DAMA DE VALLCARCA 

  EL Infierno regenera sus tentáculos. Silban en la avenida de las sombras, donde el humo reclama las copas de los árboles. Silban con dulzura penetrante. Su nombre, roto a trozos, comparte la comida de las serpientes: arroz ensangrentado, frutas negras, restos de ruidos y de rotaciones. Silban dulcemente allá en el bosque, donde ira una fuente muerta murmura el nombre roto, sus anillos espesos. Mis pasos circulares forman un alfabeto amarillento, con iniciales azules y violáceas.

*

  Atraído por el lugar y el olvido, he llegado a Vallcarca, bajando una escalera quebrada, con barandilla de hierro húmedo, pisando blancas losas y pasando junto a desventuradas puertas y quemadas ventanas. Un olor de animales y flores flota en el ambiente bajo. La gran calle corresponde al Río del olvido; el camino tortuoso que lleva hasta la colina pedregosa es el Rio de la juventud: aquí está, pues, el paisaje megalítico y aquí voy a quedarme mientras la llave pueda conocer su puerta, mientras la puerta reconozca el fulgor de su llave; mientras el espacio no lleve me consigo, mientras la roca roja y ávida no se transforme en lamento.

*

Contemplo el horizonte, gravemente agitado. Las siniestras promesas de armonía bajan de la montaña y sus secas paredes de aire negro tienen verdes cerrojos y agujeros, y trompetas de lana junto al agua. Puñado de ceniza, lámina de almizcle mío y muerto, ven, tócame aún estos rostros tuyos, usa mis corazones y mis largos caminos de llagas en las ruedas del cielo. No dejes de ofrecerme entre tus hojas ese pastel de sangre, ese animal obscuro,cuyas garras surgen a través de epígrafes prohibidos. No bajes tu cornamenta, luna terrible. Húndeme tus lenguas afiladas en las manos que coloco en la madera virginal. Tenme en ti desgarrado y que de mi cuerpo como armario, salgan tus vestidos de centenas, de lentejuelas y pinchos como espejos. ¡Oh, sepulcro mío, profundidad!

*

Nada puede avanzar. Todo termina en mutilación. Inmensos valles cortados a pico, corderos sin cabeza, manos de cuatro dedos, auroras devoradas. Y dentro de la roca, nuevos ardientes ruidos, matrimonios horribles de azufre y de mercurio, un humo denso y frío, agitado, no obstante, por despiadado fervor. Entre la casa de hierro y sus filas de cristal se reordenan en la verja azulada, hay un resplandor agudísimo, que comienza más allá del dolor. Cada cadena se desprende sola y grandes águilas blancas iluminan el sol al mediodía.

*

De pronto, todos los tambores de Vallcarca están sonando. Los timbales añaden su estrépito. Y el gong. Pasan procesiones de monjes vestidos de amarillo. Procesiones de monjas vestidas de lagarto. Pasan dragones negros, dorados; los grandes dragones rosas. Redoblan los tambores y chillan las flautas como ratones. Paso yo, con mi túnica anaranjada, camino de la cima pedregosa, donde dos centuriones ayudan al sacerdote de los sacrificios.


(Correo de las Artes, nº 4, 1957. Existe una primera versión en Índice, octubre de 1956)


Retrato de Juan Eduardo Cirlot en su habitación de trabajo (Francesc Català-Roca, 1954).
ADENDA:

jueves, 14 de noviembre de 2013

En Varsovia. Dos fotos.


Fotografía de Anna Beata Bohdziewicz.
"...y en primavera, dejame ver la primavera, no Polonia"
Jan Lechoń, Eróstrato, 1920

Hace unos días tuve la enorme alegría de conocer in person a Lia Villares, la blogera, músico, artista, escritora etc. etc. etc. que, desde tiempo ha -2008-, me ha ayudado a saber de la Cuba real (no confundir con la “Cuba in our minds” de buena parte de buena parte de la gafapastez –y no sólo- hispánica) desde Habanemia, su liberrimo, hiper-artístico y mega-lo-que-sea blog. Junto con ella conocí a Hamlet Lavastida, otro artista, pintor y performance, que vive en la actualidad en Polonia. La cuestión es que entre bromas y veras, algo de tiempo tuvieron para hacerse una instantánea ante esa representación, en el siempre muy pedagógico Palacio de la Cultura y de las Ciencias, del "homo sovieticus" sostenedor de la santísima trinidad -que era, cuando se construyó, cuaternidad- del marxismo-leninismo.

En 1986, en el mismo lugar, veintisiete años antes, la fotógrafa, Anna Beata Bohdziewicz y el traductor, poeta y crítico Stanisław Barańczak realizaron una foto parecida. Cambian algunas cosas. Ya no es sólo la actitud mesurada de los polacos frente a la jodedera cubana. En el hueco que, después de 1956, se dejó del camarada Stalin, lo que era un homenaje de los primeros a ese gran intelectual antitotalitario que fue Orwell, mi amiga decidió grabar -via photoshop- las iniciales del gran grupo de la oposición a los Castro: Porno para Ricardo.


Obra de Lia Villares.

Entre una y otra fecha ha pasado casi de todo. Han caído muros, desaparecidos países enteros, casi nada sigue igual. Incluso parece que un estado de más de quinientos años está destinado a desaparecer de la historia. De las pocas cosas que sigue en pie es la dictadura en la que nacieron mis amigos. Dictadura que para mucha gente es todo un símbolo. Y no es raro que muchas personas quieran que ese símbolo, todo lo maltrecho que se quiera, siga en pie. Los símbolos dan sentido. Son algo "sagrado", y ya se sabe lo que dijo el intelectual Sartre sobre los anticomunistas y los perros: "Un anticommuniste est un chien, je n´en démordrai pas". El problema es que dentro de ese símbolo vive gente que está harta de ser parte de él y que, cuando menos querría que se les preguntase su opinión. Imagino que muchos occidentales verían de manera parecida a Anna Beata Bohdziewicz y Stanisław Barańczak en 1986. “Son buena gente, e incluso tienen razón, pero sería una catástrofe ideológica que desapareciera el comunismo en Europa”. Tres años más tarde Polonia entró, con todo el grueso de la Europa centro-oriental, en la mucho menos excitante, terriblemente gris y aburrida, democracia occidental. Al poco se vio que no era un camino de rosas, que no se entraba en ningún paraíso sino que “simplemente” se salía -al fin- de uno que se había querido construir. Hoy por hoy muchas de las ilusiones del cambio han quedado barridas. La unión contra el enemigo común desapareció y diferencias, hasta entonces poco percibidas, afloraron. La economía fue dando tumbos (siendo muy generoso) durante bastantes años y mucha gente, con horror, pudo comprobar la corrupción de algunos de sus representantes políticos. Con todo, en Polonia, al día de hoy, existe –como no puede ser de otra manera- una imperfectísima democracia. Que la inmensa mayoría de los polacos no quieren cambiar por nuevas ensoñaciones políticas de los intelectuales de moda en Occidente.

Durante el franquismo se decía que en España no podía haber una democracia como en el resto de los países de Europa porque éramos “diferentes”, incluso algún ministro de la época tuvo el cuajo de mostrar, como anzuelo turístico, eso de “Spain is different”. Por supuesto muchos europeos compraban esta mercancía, y no cabe duda que era un buen negocio. Se venía a España a ver excentricidades. Cosas nunca vistas desde hacía siglos en el país de origen. Y el país es bonito. Tiene playas. Y sol. La gente es peculiar. Se baila flamenco. Y hay toreros. A Hemingway le gustaban los encierros en Pamplona. Y tal.

Ahora el país vive una crisis que no se veía en décadas. Y no faltan voces que dicen que eso ocurre porque “somos así”. Imagino que si es por tales ideadores de esencias nos habríamos quedado dándole a “la morisma” y a “los herejes” per secula seculorum ya que, parece ser, “es lo nuestro”.

Espero que, algún día, en Cuba, cuando el "socialismo irrevocable" desaparezca, se les dé esa misma lección a gentuza así. Por muchas vueltas que se le quiera dar, Cuba no es ni Bután ni Arabia Saudita, ni cuando te encuentras con un cubano tienes que buscarte un interpreté del urdú. Por tener, ha tenido muchos más años de democracia que, por ejemplo España, no tuvo hasta 1975. 

La historia no está escrita, pero espero que un día vuelva a mirar esa foto de mis dos amigos diciéndome simplemente: “Fíjate, ahí están Lia y Hamlet. Qué bien nos lo pasamos. La foto es genial”.

Y nada más(pínchese en el enlace)

domingo, 26 de septiembre de 2010

Hannah Arendt sobre la natalidad

"lo nuevo siempre se da en oposición a las abrumadoras desigualdades de las leyes estadísticas y de su probabilidad, que para todos los fines prácticos y cotidianos son certeza; por lo tanto, lo nuevo siempre aparece en forma de milagro. El hecho de que el hombre sea capaz de acción significa que cabe esperar de él lo inesperado, que es capaz de realizar lo que es infinitamente improbable. Y una vez mas esto es posible debido sólo a que cada hombre es único, de tal manera que con cada nacimiento algo singularmente nuevo entra en el mundo."

La condición humana. Hannah Arendt

sábado, 25 de septiembre de 2010

Volver a ponerse en camino



Ya hace ya muchos meses que no escribo. Y quizá ya sea hora de volver a empezar. Aunque esta vez sea rompiendo –algo- lo que era una de las normas del blog: “evitar comentarios y emociones”.

Por eso voy a abrir un nuevo blog en el que trataré sobre una aventura que me llevó a salir en agosto de mi casa en Madrid y recorrer a pie durante 25 días más de 660 kilómetros en dirección a Santiago de Compostela.

Espero que os interese.

PD: Quizá –mientras tanto- escriba algo en Los papeles de Don Cógito.