Andrés Sánchez Pascual es
suficientemente conocido como para trazar aquí su perfil. Catedrático de
Filosofía en la Universidad de Barcelona, sus traducciones (sobre todo las de
Nietzsche y, ahora, las de Jünger) le confieren un criterio de primer nivel a
la hora de entender la cultura alemana. Nadie mejor que él, por tanto, para
hablamos de uno de sus más eximios representantes: el autor de “Tempestades
de Acero”.
PUNTO Y COMA. - No es frecuente
que un traductor alcance notoriedad pública. Sin embargo, las versiones al
castellano que Vd. ha hecho de la obra de Nietzsche le han granjeado una
admiración general. ¿Qué actitud ha tenido Vd. ante la obra nietzscheana?
SANCHEZ PASCUAL- La
experiencia, una experiencia muy temprana en mi vida, me ha convencido de que
no es posible “leer” bien —lo que yo llamo “leer” bien— ningún texto, y
mucho menos un texto filosófico, sin “traducirlo” de alguna manera, es decir,
sin reescribirlo. Ahí estaría, creo, el sentido de mi ocupación con los de
Nietzsche.
PUNTO Y COMA. - ¿Qué ha
supuesto para Vd. pasar de Nietzsche a Jünger? ¿Ve Vd. Similitudes entre ambos
autores?
SANCHEZ PASCUAL – En realidad,
mi “encuentro” con Ernst Jünger no viene “tras” una etapa de
ocupación en Nietzsche. Hace muchísimos años que es Jünger uno de mis autores
de cabecera. En cuanto al texto en si mismo, Nietzsche ha influido mucho en
Ernst Jünger. incluso en los matices de la escritura. “Pasar” de uno a
otro es permanecer en una atmósfera muy similar.
PUNTO Y COMA. - ¿Qué
faceta de Ernst Jünger le atrae más?
SANCHEZ PASCUAL- En
primer lugar, el autor de Diarios, el memorialista. Después, el escritor de
libros de viaje.
PUNTO Y COMA. - Un “Tempestades de Acero” Jünger ha
sometido el texto a diversas y continuas revisiones. ¿Podría decirnos si en otras
obras fuertemente ligadas al espíritu del tiempo en que fueron escritas, como
por ejemplo “El Trabajador”, el autor ha introducido esas
modificaciones?
SANCHEZ PASCUAL- Los
autores suelen adoptar con respecto a sus textos una de estas dos actitudes: o
bien considerarlos acabados y ajenos ya a sus vidas —por tanto, intocables—, o
bien reescribirlos continuamente. Ernst Jünger tiende más a lo segundo. A veces
ha retocado textos suyos con el fin de hacerlos inmasticables para la moda del
momento. Es lo que ha ocurrido con “Tempestades de Acero” y sobre eso
creo que se dice lo suficiente en la nota preliminar a la reciente traducción
española de esa obra. En otros casos —por ejemplo, “El Trabajador”—. prefiere
dejar intacto el texto, como un testimonio histórico. De todos modos, a la
edición de “El Trabajador” en sus Obras Completas Jünger le ha
añadido un importantísimo apéndice. Pero, como digo, ha dejado intocado el
texto del libro.
PUNTO Y COMA. - Hoy
Jünger es un autor de gran prestigio. ¿Piensa que podría llegar a ponerse de moda?
¿Qué papel adjudica Vd. a Jünger dentro de la cultura europea contemporánea?
SANCHEZ PASCUAL- En lo que ve me alcanza, Ernst Jünger no es precisamente un autor de moda; si acaso, de anti-moda. Con los insultos lanzados contra Ernst Jünger por los alemanes mismos se podría componer un grueso volumen. Su prestigio, sí, es inmenso. Y permanecerá. Pienso que en la cultura europea quedara como “El Insobornable”.
Punto y Coma, nº 9, 15 de febrero-15 abril de 1988, pp. 28-29.
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