domingo, 9 de diciembre de 2007

Tatarkiewicz

Hace ya bastante tiempo, conocía a Tatarkiewicz. Había leído o consultado los libros que habían sido traducidos en español tanto la Historia de seis ideas, como su Historia de la estética en tres volúmenes publicada por Akal.
Lo que no sabía -y he ido descubriendo poca a poco- fue su magisterio como profesor de alemán de la universidad clandestina durante la segunda guerra mundial, su papel como garante -en pleno estalinismo- de la civilización y cultura liberal en la universidad, o su edición de una Historia de la filosofía que cumplió -y cumple- en el ámbito polaco la función que tuvo entre nosotros del Diccionario de filosofía de Ferrater Mora.
En fechas recientes, además, he dado con un hecho aún más sorprendente, la publicación de un libro, O szczęściu (Sobre la felicidad) una auténtica fenomenología de la felicidad escrita por Tatarkiewicz en plena guerra mundial. Demasiado tentador para mi, conseguí encontrar un volumen en la biblioteca de la universidad complutense editado en inglés (Analysis of the Happinness) por otro viejo conocido nuestro, Bochenski.

Ya con el libro en mis manos pude leer, con emoción, en el prólogo, lo que ahora os traduzco:

“Gran parte de este trabajo, fue escrito durante la guerra, entre 1939 y 1943. Puede parecer extraño que un trabajo sobre la felicidad pueda haberse escrito durante una época durante la cual los seres humanos sufrían la más grande de las desgracias. Pero es menos raro de lo que parece; pensamos más en la felicidad, cuando somos infelices que cuando disfrutamos de la felicidad. Y es que el mal es más fácil de soportar si nuestros pensamientos pueden escapar a algo mejor.
Durante el Levantamiento de Varsovia en agosto de 1944, logré rescatar el manuscrito cuando mi casa empezó a arder. Mientras que era conducido a un campo de reagrupamiento, el manuscrito fue encontrado por un oficial aleman, que registraba mi maleta.
“¿Un trabajo de investigación? -gritó- Ya no vas a necesitarlo. Ya no hay más cultura polaca.” Y echó el manuscrito en un arroyo. Me arriesgue y lo recuperé, y de esta forma es como el trabajo fue salvado. Pero sus notas, que estuve recopilando a lo largo de docenas de años, se consumieron junto con mi casa de Varsovia. Como resultado de esto, las referencias están incompletas.”

Pues si, existían héroes, existían personas así.

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