El país inmóvil
El Partido Popular ha ganado en el cómputo general de las elecciones municipales y autonómicas. Por 150.000 votos, más o menos. Parecen pocos para la que ha caído. Significativamente, la oposición crece sobre todo en la España urbana, a la que se le presupone mayor información. También significativamente, esa mayoría del PP se produce a pesar de la feroz tenaza informativa de la mayor parte de las cadenas de televisión de ámbito estatal, alineadas con el Gobierno en una unanimidad que espanta. Si el panorama informativo fuera más libre, ¿cuáles habrían sido los resultados? La homogeneidad informativa coincide con otro rasgo muy llamativo: la fidelidad inconmovible del voto, tanto a derecha como a izquierda. Al final, las fluctuaciones del voto, las que dan y quitan mayorías, se limitan a una franja estrechísima del cuerpo electoral. La inmensa mayoría de la gente vota “a los suyos”, hagan lo que hagan. Es una conducta natural, pero no deja de ser una forma muy poco racional de construir la vida pública. La moraleja es que, en un paisaje así, un Gobierno que haya “fidelizado” suficientemente a su clientela, si cuenta con el apoyo de los medios de comunicación y sus financieros, puede cometer las mayores barbaridades sin que su poder se vea mínimamente alterado. Por eso en las democracias actuales son más precisas que nunca la independencia de los tribunales y, simultáneamente, la participación de los ciudadanos al margen de los partidos políticos. La primera, para controlar al poder; la segunda, para limitar el impacto de los cesarismos de partido y acostumbrar a la gente a actuar de forma autónoma en la vida pública. En España siguen siendo asignaturas pendientes.
2 comentarios:
En rasgos generales estoy de acuerdo con el editorial, aunque no estoy seguro de la idea de "fidelización" que se desprende. De hecho, tiendo a pensar que España tiene el electorado menos "fiable" de su entorno. (Aunque la situación fuera excepcional, no se me ocurre otro electorado de la "vieja europa" capaz de provocar el vuelco histórico del 14-M). También tengo mis dudas con ese control de los medios. Al menos en prensa y radio, yo diría que hay empate técnico entre derecha e izquierda (y no sé si estoy siendo generoso). La televisión es otra historia, pero eso es a causa de la cantidad de dinero que mueve y de la consecuente importancia de no arriesgar. Recordemos la época de Aznar, donde Telecinco parecía la única hostil al Gobierno (e incluso esa estaba controlada por el tito Berlusco). En lo que desde luego estoy dea cuerdo es en la conclusión final, que se podría titular "lo ganado por lo perdido": la estabilidad política que no había, por ejemplo, en la República, lleva aparejada la manga ancha y la capacidad de un gobierno para hilar tantas sandeces como lleva este de ZP, casi sin despeinarse.
Por cierto, Cógito, te he contestado a tu último comentario en mi blog. Ahí queda...
GRACIAS POR ESCRIBIRME!!!!!!!!!!!
SNIF
SNIF
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