[LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS]
Fragmentos
de un diario
(1983:
5 de abril - 27 de abril)
ÁNGEL
CRESPO
Mayagüez,
5 de abril de 1983
He
releído, como preparación a otras lecturas sobre el mismo asunto, el libro -muy
mediocre- de John Whitman El poder
psíquico de las plantas, más sensacionalista que científico, y ni siquiera
decentemente divulgador. Pero recordaba que hay en él algunas ideas que me
hacen sonreír ante la petulancia de la ciencia oficial.
Entre
las informaciones útiles de este libro se encuentra un resumen de las
experiencias llevadas a cabo, con toda suerte de controles, sobre el efecto de la
música en el crecimiento de las plantas, según los cuales la música de rock las destruye mientras la clásica
estimula su desarrollo, con lo que se da la razón a la teoría de las
correspondencias, de la que tanto se han burlado los "científicos", y que es una de las bases de la verdadera poesía
-y del hermetismo. Y no cabe duda de que esta correspondencia entre la música
-el número- y la vida da la razón a las geniales -y actuales- intuiciones de
los pitagóricos.
Ahora
se preguntan los "científicos"
-esas gentes sin espíritu en acto- si ciertos cantos y melopeas son capaces de
producir efectos terapéuticos. ¡Tantas pedanterías para llegar después a este
planteamiento!
En
este mismo orden de ideas, Frank A. Brown Jr. Llega a la conclusión de que
"el entorno físico de las cosas
vivas es, de hecho, un compuesto de ritmos" ¿Y qué otra cosa podía ser
siendo cierta, como lo es, la Tradición? El mundo sólo puede pensarse
poéticamente.
17
de abril
Empiezo
a preparar, para Ínsula, un artículo al que titularé "Juan Ramón Jiménez en el pensamiento crítico de Oreste Macrí".
18
de abril
Carta
de Carlos de la Rica, que ya ha dado a la imprenta el libro sobre mi poesía, y
espera tener pruebas de él a mediados de mayo.
También
me escribe Miss Jean R. Longland, a la que conocí en el simposio pessoano de
Nashville, anunciándome el envío de varias publicaciones suyas y pidiéndome
información sobre las mías. Es una anciana simpática y habladora, de la que hay
algunas buenas traducciones de Pessoa al inglés. Es bibliotecaria en Nueva York
y una de las lusitanistas más destacadas y trabajadoras de los Estados Unidos.
Y me parece una mujer modesta y sin pretensiones.
*
Mientras
estoy absorbido por el trabajo me siento tranquilo, sereno, pero cuando no
estoy trabajando siento, a veces, una expectativa, más que una inquietud: es
como si esperase algo importante -y me parece que favorable- que debe suceder y
en lo que yo no puedo influir de ninguna manera, ni tampoco intuir su naturaleza
ni su procedencia.
*
Sigo
leyendo a Luigi Pulci y trabajando en la revisión de mis poesías.
*
He
oído parte de II retorno di Ulisse in
patria, de Monteverdi.
*
De la carta de Miss Longland: "It's a great pleasure to meet a mythological
character like you after knowing your work for so many years"[1].
19
de abril
Sigo
trabajando en mi poesía. Algunos de los poemas sólo necesitan algunos retoques
o la supresión de lo superfluo o de esos primeros versos en los que la inspiración
todavía no se ha encontrado. Otros, en cambio, tengo que rehacerlos. Ayer di
por definitivos cuatro; hoy, tres.
*
Carta
tumultuosa y pesimista de José Bento; carta erudita de Franco Meregalli.
*
Siento
que el sol empieza a acercárseme demasiado.
20
de abril, miércoles
Carta
de Joaquina Pessoa, afectuosa, larga y llena de explicaciones. Pessoa me envía
un ejemplar del número 5/6, II serie de la revista Jornal de Poetas e Trovadores, en el que se publica mi poema "Un vaso de agua para la madre de Juan
Alcaide", además de los de los poetas que han participado en el Encuentro,
o que le habría gustado a sus organizadores que hubiesen participado.
De
la carta, de lo leído en El País y de
una copia de las actas, que también me envía J.P. se deduce el fracaso del
encuentro, en el que la política regionalista ha hecho de las suyas. Demencial.
*
Me
ha divertido -y enseñado- mucho la lectura de Il Morgante, que terminé ayer, para empezar acto seguido la del Orlando Innamorato. ¡Qué florentino tan jugoso
y tan popular el de Pulci! ¡Y qué inteligencia tan despierta -y qué valor- la de
este hombre que confiesa a lo largo de varias octavas haber practicado la
magia!
No
sé si leería este libro Balbuena pues no tengo noticia de que fuese traducido al
español como los poemas de Boiardo y Ariosto, y es algo que me intriga y
procuraré estudiar en su momento[2] Por ahora, basta con el
gozo de su lectura y por haber conocido -¡por fin!- a Pulci.
21
de abril
Delatte
me comunica que tiene a mi disposición la edición Plon de las Mémoires de Casanova, es decir, las
memorias auténticas. En menos de un año he logrado reunir los materiales más
necesarios para mi traducción[3].
23
de abril
Hoy
he escuchado toda la Antigona de Carl
Orff, muy bien dirigida por Ferdinand Leitner. Me ha gustado más que su Edipo el tirano.
24
de abril
Me
parecen bellísimos los cantos de la segunda parte del Innamorato en los que se habla del palacio encantado de Morgana (la
Fortuna, la Ventura) y en especial la descripción de los encantados que hablan
con Rolando desde detrás de un cristal mágico. La figura de Rodamante es muy
original pero Boiardo, hasta lo que llevo leído, no ha sabido sacar las
consecuencias de la magnífica presentación que hace de este héroe.
*
Hoy,
piezas cortas de Stravinsky: "Juego
de cartas", las suites 1 y 2 para pequeña orquesta, "Apolo Musageta", "Polichinela" y la "Historia de un soldado". Admiro,
sobre todo, en este gran músico, su falta de prejuicios, su no querer parecer
un compositor importante, es decir, su entrega total y aparentemente ingenua,
al acto de componer.
25
de abril
Hoy
he conseguido acariciar al cactus más espinoso de mi balcón sin que las espinas
se me claven en las manos. Uno de ellos está lleno de lunarcitos amarillos cada
uno de los cuales está formado por minúsculas espinas que se clavan en la piel
al menor roce y son casi imposibles de sacar de ella. He logrado, pues, hacerme
amigo de estas hostiles plantas.
27
de abril
The
Secret Life of Plants, de Peter Tompkins y Christofer Bird, es
un libro serio de divulgación pero que se presta, como todos los escritos de
cualquier género, a malas interpretaciones. Los autores exploran la ciencia no
oficial y tratan de demostrar que ésta es convencional y conservadora en sus
métodos y sus actitudes; y demuestran que la Tradición está siendo confirmada
por hechos reales que, como tantos de los clasificados por los "científicos", no tienen explicación
y, sobre todo, no concuerdan con sus principios.
Estoy
completamente de acuerdo, en este orden de cosas, con Sir James Jeans, citado
en este libro, cuando dice que "the
stream of human knowledge is impartially heading towards a non mechanical
reality: the Universe begins to look more like a great thought than a great
machine"[4]
¿Y cómo no voy a estar de acuerdo con la afirmación de George Eliot de que las
flores nos ven, si hace muchos años -en 1949- escribí, por pura intuición, el
poema "Las cosas"? Y antes
de que se hablase de que hay vida en todas las cosas yo titulé a uno de mis
libros Todo está vivo.
Que
hay una relación entre las plantas y los hombres es algo que yo he experimentado,
he sentido que algunas matas, arbustos, árboles, hierbas, parecían pedirme que
me detuviese para acompañarlas más que para contemplarlas. Esto me sucedió de
manera que llegó a emocionarme en el Pirineo Aragonés, donde un escaramujo
bellísimo me inspiró el poema "Dios
silvestre" de El aire es de los
dioses.
Que
Sir Jagodin Chandra Bose afirmase que, incluso desde el punto de vista de la
experimentación científica, "points
of contact emerge between the Living and the non-Living"[5] no hace sino confirmar que
la muerte no existe. El problema no es la continuidad de la vida, sino la
continuidad de la conciencia individual.
Este
libro me da noticias nuevas sobre Goethe, cuyas obras sobre botánica me
gustaría leer. Es admirable que descubriese que las tendencias de los vegetales
-¡y de los animales!- a crecer vertical y horizontalmente confirman la vieja
idea esotérica de los principios horizontal o femenino (tierra) y vertical o
masculino (cielo) cuya representación dio origen a la cruz. La poesía descubre
a veces lo que se había olvidado o, sencillamente, lo que no sabía el poeta; y
ello demuestra -con sus coincidencias- que hay una verdad oculta.
¡Qué
importante la idea órfica -ahora demostrada- de que las ondas musicales afectan
al crecimiento de las plantas! Neoplatonismo y pitagorismo son confirmados, una
vez más en una de sus más importantes afirmaciones.
Y
es importantísimo que también la danza -otra forma de armonía- surta los mismos
efectos.
Aún
más me impresiona que el cuerpo magnético (por llamarlo de alguna manera) de un
vegetal mutilado continúe siendo completo según los experimentos científicos,
incluso cuando no hay posibilidad de regeneración ¡se trata de la idea, que es
anterior y posterior a su realización! Platón tenía razón en ese punto.
Pero
lo que más me impresiona es que, tanto la ciencia occidental como la soviética
-esta última "materialista"
pero dialéctica- hayan comprobado y admitido que las plantas transmutan los
metales, y no mediante la liberación de una gran cantidad de energía, sino
mediante un proceso paciente y delicado como el de los alquimistas.
Todo
esto -y tantas otras cosas que están o no están en este libro- demuestran que a
partir del racionalismo del siglo XVIII la ciencia es un error metafísico, y
que ni siquiera es acertadamente descriptiva.
Rudolf
Hanschka dice que la vida no es el resultado de una combinación de elementos,
sino algo que precede a los elementos, los cuales no son sino un precipitado de
la vida. ¡Otra vez las ideas platónicas expresadas de otra manera! Y casi
igual, pues pregunta: "¿No es más
razonable suponer que la vida ha existido mucho antes que la materia y ha sido
el producto de un cosmos espiritual preexistente?"
*
Ayer
y hoy música de Max Reger, entre otras cosas el estupendo "Sexteto de cuerda".
*
He empezado a traducir O Livro do Desassossego.
*
Sentencia
en casación contra los sublevados del 23 de febrero, con aumento de penas para
dos de ellos. ¡España ya no le tiene miedo a su ejército!
Homenaje
a Ángel Crespo 1926-1995, Campo de
Agramante 19, 2013, pp. 59-64
[1] "Es
un gran placer haber conocido a un personaje mitológico como usted después de
estar familiarizada con su obra durante tantos años".
[2] Á.
Crespo tenía el proyecto de hacer una edición crítica de El Bernardo de
Bernardo de Balbuena, que fue el primer obispo de Puerto Rico, desde su llegada
a aquella Isla. La edición sería para El Toro de Barro y en los días de la
escritura de este Diario acababa de recibir el microfilm de la primera edición,
por lo que -como preparación para su trabajo- se entregaba a la lectura de
poemas heroicos italianos.
[3] La
traducción de las Memorias completas de Casanova, que A. Crespo tenía
contratadas con la editorial Seix Barral, no llegó a realizarse por cambio de
criterios en la dirección literaria de esta editorial. Solamente vieron la luz,
en traducción suya, las Memorias de España.
[4] "La
corriente del conocimiento humano se dirige imparcialmente hacia una realidad
no mecánica: el universo empieza a verse más como un gran pensamiento que como
una máquina".
[5] "emergen
puntos de contacto entre los seres vivos y los no-vivos".
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