lunes, 13 de agosto de 2018

Moisés Broggi, el “Bhagavad-Gita” y la crisis de sentido religioso (La Vanguardia, 26 de junio de 1986)

¿De qué quiere usted hablar?
Moisés Broggi, el “Bhagavad-Gita” y la crisis de sentido religioso
El doctor Moisés Broggi reconoce que las páginas del “Bhagavad-Gita” le han cautivado desde el día, hace muchos años, que se aproximó por primera vez a ellas.
Este poema didáctico escrito en lengua sánscrita por un autor o unos autores desconocidos parece tiene su origen en el siglo quinto antes de Cristo. El “Bhagavad-Gita” es, en opinión de los expertos, el texto sagrado más venerado en la india.
En 1976, prologando una edición impresa en Argentina, Aldous Huxley terminaba su introducción escribiendo: “Frente a un mundo en guerra, un mundo que por carecer de los prerrequisitos intelectuales y espirituales necesarios para la paz sólo puede arbitrar una especie de precaria tregua armada, el Gita señala, clara e inequívocamente, la única vía de salida a esa autoimpuesta necesidad de destrucción".
En 1983 la palmesana editorial Moll tradujo el “Bhagavad-Gita” al catalán. La traducción corrió a cargo de Elisabet Abeyá a partir, según se hacía saber en nota previa, “de la maravillosa versión inglesa de Joan Mascaró”, autor asimismo del prólogo de la versión catalana.
Joan Mascaró es una vida catalana dedicada al sánscrito y a la traducción del “Bhagavad-Gita”, libro que finaliza sus páginas con estas palabras: “Dondequiera se encuentren Krishna, el Señor del Yoga, y Arjuna, el más grande arquero, allí estarán aseguradas la prosperidad, la victoria, la justicia y la bienaventuranza eternas”.
Joan Mascaró i Fornés nació en Santa Margalida, Mallorca, en 1897. Licenciado en literatura inglesa y lenguas orientales por la Universidad de Cambridge, fue lector en Oxford y vicerrector del Parameshvara College at Jaffna de Colombo, en Ceilán.
Durante la segunda República española regresó a Barcelona. Fue profesor de inglés en el Institut d´Escola y profesor de sánscrito en la Universidad Autónoma de Barcelona. Fue entonces cuando el joven doctor Moisés Broggi le conoció. “Mascaró formó parte del grupo de Xirau, Casalmiglia. Maragall y Goma, que tanto prestigió a la filosofía catalana de aquellos años."
Por aquellos tiempos Joan Mascaró ya planeaba una traducción del “Bhagavad-Gita” al catalán directamente desde el original sánscrito. Broggi recuerda que ya había traducido parte de la obra escrita mucho antes de que nacieran Buda, Confucio o Jesucristo. “El Bhagavad-Gita había sido traducido al inglés en el siglo XVIII y la primera versión castellana se llevaría a cabo en 1908."
La guerra civil rompería aquella tradición filosófica que tomaba cuerpo en Cataluña. Sería una ruptura más. Muchos tomaron el camino del exilio y entre los que se quedaron —Casalmiglia y el propio Broggi, en medicina— vieron cerrado su futuro en el campo de la docencia.
Mascaró marchó a Inglaterra, instalándose definitivamente en Cambridge. Su magisterio sería fundamental para el desarrollo del interés por la mística oriental en los países de habla inglesa.
En su prólogo, Joan Mascaró termina afirmando: “Aquesta traducció fou comentada vint anys abans d'esser publicada »com que a vegades he traduït un vers més de vint vegades abans de quedar satisfet. confio haver estat fidel a l´Esperit de l'original i a mi ma-teix. Hi ha un vers al “Bhagavad-Gita” que a vegades em ve a la ment: Si un m’ofereix amb devoció just una fulla, o una flor, o una fruita o també una mica d'aigua. jo ho accepto de questa ànima anhelant perquè amb un cor pur en fou ofert amb amor".
Tiempo y chispa
Para Moisés Broggi el “Bhagavad-Gita” nos viene a decir lo siguiente: “El mundo de la realidad no es nuestro mundo de los sentidos”.
Viene a decirnos también que todo lo que está supeditado al tiempo es falso y está destinado a destruirse, y Broggi, recuerda que los físicos nos están diciendo ahora que la materia no existe, que todo es energía...
-Todos los seres humanos llevamos en nuestro interior una chispa de la divinidad y esa chispa es lo único inmortal. La forma de escapar de esa trampa que es la vida es identificarse con esa chispa interior, y lo podemos lograr de dos formas a través de la meditación acompañada de la renuncia a todo aquello que nos apega a la vida (que es lo que hacen los místicos), o por la acción, nunca dirigida hacia un provecho personal y sí hacia el bien y el amor del prójimo.
En los acotados textos del “Bhagavad-Gita” que en sus ediciones castellana y catalana Moisés Broggi me muestra, textos trabajados personalmente por su mano, tanto subrayando como añadiendo comentarios, leo una subrayada interpretación de Aldous Huxley:
El conocimiento unitivo del Fundamento Divino requiere, como condiciones necesarias, la autonegación, la renuncia y la caridad. Sólo por medio de la auto-negación, la renuncia y la caridad podemos desprendemos del mal, la locura y la ignorancia que constituye lo que llamamos nuestra personalidad y que nos impiden conocer el destello de divinidad que ilumina al hombre interior.” Moisés Broggi empezó a interesarse por la filosofía oriental hace ya muchos años. “En realidad diría que lo que me ha interesado siempre han sido las historias de las religiones”, y al revisar viejos papeles encuentro uno de hace diez años en el que Moisés Broggi, me dice, respondiendo a un cuestionario, que el personaje histórico que más le interesa no es uno, sino dos:
-Cristo y Buda.
Ahora me ha dicho:
-“Cuando la religión se ha materializado y ha defendido intereses es cuando ha entrado en crisis”.
-Ya ve doctor: tantas veces hablando y descubro ahora que la religión es uno de sus lemas predilectos de meditación y estudio...
Joan Marcaró
La crisis
-Las religiones dan una justificación a una vida. Dan una trascendencia. El ser humano necesita una religión para poderse decir que tanto sufrimiento, tanto dolor, no es inútil.
-Pues parece que estamos en años de crisis religiosa...
-Si. Y la falta de sentido religioso, la crisis de ese sentido, es una de las causas de la crisis del mundo actual.
-El mundo en el que los físicos ponen en duda la materia jamás había resultado tan apegado a las cosas materiales. .
-Ese mundo materialista, en el que sólo se valora la ganancia, el bienestar físico, es un mundo egoísta que lleva a la aniquilación, a la destrucción.
-Sin que el “Bhagavad-Gita” influya...
-Ni el “Bhagavad-Gita” ni los Evangelios. La filosofía del texto sánscrito está contenida también en los Evangelios y en los libros básicos de las grandes religiones monoteístas.
Dice el “Bhagavad-Gita”:
“El Señor dijo:
1.         ¡Oh Bharata! Ausencia de miedo, pureza de corazón, constancia en el conocimiento y las acciones, caridad, dominio de si, estudio espiritual, sacrificio, austeridad, rectitud.
2.         No violencia, verdad, carencia de ira, compasión, dulzura, rechazo de la calumnia, modestia, abstención de actividades inútiles.
3.         Espiritualidad, clemencia, corrección, falta de odio y orgullo son las cualidades que se encuentran en el hombre que nace con herencia divina.
4.         Los atributos de quien nace con herencia demoníaca son: arrogancia, hipocresía, envanecimiento, ira, crueldad, ignorancia..."
-Y usted, doctor, ¿Cree posible que en nuestra vida de hoy se pueda practicar todo eso?
-Pues la verdad es que si hay alguien que renuncia a la lucha material se lo comen los demás y encima lo toman por imbécil
-Y a lo peor, incluso lo detienen los guardias...
-Entra dentro de lo posible.
-¿Para usted qué es el alma?
-Algo indefinible.
De subrayados y esperanzas
Dice el “Bhagavad-Gita” —y el doctor Broggi lo ha subrayado en la traducción catalana, leyendo el prólogo de Joan Mascaró—, que "el amor es el medio para llegar a Dios".
Y Joan Mascaró sigue escribiendo, y Moisés Broggi subrayando, que “Sócrates nos dice que el amor es el mensaje entre los dioses y el hombre", y San Juan de la Cruz afirma que “sólo es amor aquello que une al alma con Dios".
-Doctor. ¿Cómo muere el hombre de nuestros días, ese hombre en crisis de identidad religiosa?
-La gente no se resigna a morir, no asume que la muerte forma parte de la vida. El apego a la vida, la espera de la muerte como una cosa natural... Conforme desaparecen las apetencias materiales, disminuye lo primero y se acepta con más tranquilidad lo segundo.
-¿Y qué hacemos con el alma, ese algo indefinible?
-En el fondo de todo el universo pienso que hay un espíritu animador, el motor del todo. La finalidad de una vida es identificarse con ese motor al que se puede llamar Dios. En el principio animador de la vida está el alma e identificándonos con ella nos integramos en ese espíritu animador que es el motor de todo.
Un rectángulo a bolígrafo enmarca en la página 41 de la versión catalana del “Bhagavad-Gita” este párrafo de Joan Mascaró:
"L'autèntic progres de l´home a la terra és el progres d'una visió interior. Tenim un progrés en la ciència, però està en harmonia amb el progrés espiritual? Desitgem un progrés científic, però desitgem també un progrés moral? No n'hi ha prou amb tenir mes, ni tampoc amb saber més, cal viure més, i si volem viure més, hem d estimar més. L´amor és ’el tresor amagat en un camp', i aquest tresor d’acord amb el Bhagavad-Gitaés la nostra pròpia ànima. El tresor el troba aquell savi mercader que 'vengué tot el que tenia’. I contràriament a les lleis materials segons les quals donar més significa tenir menys, en la llei de l'amor com més dones més tens."
-¿Usted cree en un más allá?
- Algo ha de existir, ¿no? No sé qué, pero algo. La idea del todo, del infinito, es una necesidad. La idea de la nada es muy difícil de captar. El ser humano siente la necesidad de creer más en algo eterno que no en la nada. En este punto las grandes religiones monoteístas también tienen puntos de contacto.
Al doctor Moisés Broggi siempre le han fascinado los suicidios colectivos de los lemmings, los pequeños animales que en las tierras polares se arrojan desde los altos acantilados, cuando la comida empieza a escasear. "Del suicidio colectivo quedan excluidas, en una selección natural, las hembras gestantes, que garantizan la renovación de la especie". Considera el doctor Broggi que los lemmings tienen un sentido de la supervivencia como especie superior a la del género humano.
-El género humano es más agresivo con sus semejantes. Diría, visto el arsenal atómico en permanente escalada, que el género humano es también más cretino que los lemmings.
Lo decía Aldous Huxley prologando el “Bhagavad-Gita” y en el párrafo puso el doctor Broggi su bolígrafo:
No habrá paz duradera a menos y hasta que los seres humanos adopten una filosofía de vida más adecuada a los hechos cósmicos y psicológicos que las dementes idolatrías del nacionalismo y la publicitada fe apocalíptica del hombre en un Progreso que se encamina hacia una Nueva Jerusalén mecanizada.”
Piensa Moisés Broggi que en las páginas del “Bhagavad-Gita” un lector espiritualista encontrará la gran lucha espiritual del alma humana.
-Y luego, sale usted a la calle, practica esa filosofía y se lo rifan...
-Sí. Pero la lectura reconforta. Te señala un camino y aunque no seas capaz de seguirlo, saber que está ya es importante.
Al “Bhagavad-Gita” los familiarizados con sus páginas le llaman simplemente “el Gita”.
-¿Usted no cree que al leer esto habrá gente que dirá “el Broggi está loco”?
-Que lean el “Gita” primero, doctor.
JOSÉ MARTÍ GÓMEZ
La Vanguardia, 26 de junio de 1986, p. 23

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