lunes, 31 de marzo de 2008

Poema japonés

En el mar, vestido de yedra de Iwami,
Cerca del cabo de Kara
El alga miru de las profundidades
Crece en los arrecifes hundidos;
La enjoyada maraña marina
Crece en la playa rocosa.
Agitándose como la enjoyada maraña
Marina, mi amada yacía conmigo,
Mi amada, por la que siento un fervor
Profundo como el océano donde crece la miru.
Sólo dormimos juntos unas pocas
Noches maravillosas y después
Tuve que separarme de ella.
Fue como separar enredaderas trenzadas.
Mis entrañas están enredadas
Con la pena de mi corazón.
La añoro y miro hacia atrás.
Una maraña de hojas de colores
Baja el monte Watari.
Ya no puedo ver el agitarse
De sus mangas al despedirme.
La luna corre por entre las nubes
Y por encima de la casita
De la luna de miel en el monte Yagami.
El sol en el ocaso se ha ocultado.
Ya se va extinguiendo la luz.
Yo creía ser un hombre valiente,
Pero traigo mis delgadas mangas
Empapadas de lágrimas.

(He tomado este poema del libro de Kenneth Rexroth, Cien poemas japoneses traducidos por Carlos Manzano para la editorial Gadir.)

sábado, 29 de marzo de 2008

Autolimitación

Lo reconozco. Subo al blog este capítulo del libro de Aleksander Solshenitsin Como reorganizar Rusia (1990), con dudas, con la sensación de no entener hasta en sus últimos terminos que implica este canto a la autolimitación que el autor ruso plantea. Sin embargo, a pesar de todo, os lo presento por tener, cuando lo leo, la sensación de que -desde el peso que están tomando en las últimas decadas los llamamientos a la limitación de gastos, la "sostenibilidad", el consumo responsable, o la límitación del crecimiento económico- este es un texto extrañamente "a la altura de los tiempos", actual. Sé que lo que expresa el autor ruso tiene su origen en una postura ideológica muy distinta -¿opuesta?- a la que apuntan tales "movimientos sociales", o que parte de un lugar y un tiempo muy concretos y definidos (de una URSS a punto de disolverse), pero sigue pareciéndome un texto interesante, capaz de exponer temas que no son planteados habitualmente.

“El eslogan que está actualmente más de moda y que nos gusta repetir es el de “los derechos humanos”. (Aunque nos referimos a cosas muy distintas. Los intelectuales de la capital lo entienden como la libertad de expresión, de prensa, de reunión... pero a muchos les indignaría y exigirían la prohibición de los “derechos” tal como los entiende el “pueblo llano”: el derecho a tener una vivienda y a trabajar donde se come, lo cual haría que millones de personas se fuesen a vivir a las capitales de las repúblicas.)
Los derechos humanos” están muy bien, pero ¿qué debemos hacer nosotros mismos para que nuestros derechos no usurpen los derechos de los demás? Una sociedad de derechos desenfrenados no puede resistir a las dificultades. Si no queremos un poder fuerte, cada uno debe refrenarse a sí mismo. Ninguna constitución, ninguna ley o elección van a equilibrar una sociedad, porque la gente antepondrá sus intereses. La mayoría, si tiene poder para aumentar su superficie y sus medios, lo hace. (Es lo que ha hundido a todas las clases y grupos dirigentes de la historia.) Una sociedad estable puede lograrse no con resistencias, sino con autolimitaciones: siempre tenemos la obligación de ceder a la justicia moral.
Solamente con la autolimitación podrá seguir existiendo la humanidad, cada vez más numerosa y densa; su larga evolución habrá sido inútil si no se impregna de la idea de autolimitación en la libertad de conquistar y de hartarse de comer. Pero la libertad humana supone la libre autolimitación a favor de los demás. Nuestras obligaciones siempre deben superar la libertad de la que gozamos.
Ojalá lográramos asimilar el espíritu de autolimitación y, lo que es más importante, ojalá supiéramos transmitirlo a nuestros hijos. La autolimitación se necesaria para el ser humano, para el equilibrio y la paz de su alma.
Y existen aquí numerosas posibilidades interiores. Por ejemplo, después de nuestra larga y sorda ignorancia, el hambre es natural: hambre de saber la verdad de cuanto nos sucedió. Pero ya algunos han observado que la corriente actual de información superflua y anodina deja a nuestra alma en la miseria, de modo que hay que autolimitarse. En el mundo actual hay cada vez más diarios diferentes y cada uno de ellos es más grueso para sobrecargarnos. Hay cada vez más canales de televisión....hay cada vez más sonidos de propaganda, comerciales y de diversión...¿Cómo defender el derecho de nuestros ojos a la visión interna?...”

jueves, 27 de marzo de 2008

Tierra de hombres

Aceptado. Es imposible separar a Saint-Exupéry de El principito. Un libro que ha sido traducido a 180 lenguas y dialectos; publicado en un sinnúmero de ediciones baratas, de lujo, en tapa dura, blanda, etc es imposible que no devore a su autor... pero ignorar que ese mismo autor escribió libros como Vuelo nocturno, Tierra de hombres, Piloto de guerra o Correo del sur (o su póstuma e incompleta Ciudadela) ya me parece excesivo. Y es que -además- particularmente, el primer libro de leí de Saint-Exupéry NO fue El principito, sino una modestísima edición de Tierra de hombres que editó hace siglos una benemérita editorial cristiana que intentaba poner al alcance de todo el mundo libros de literatura universal, teología o de formación política (especialmente de corte anarquista o relacionados con la HOAC) a "precios populares". En estas, hace pocos días encontré, casi por casualidad, la edición de las obras completas que publicó Plaza & Janés en 1974. Leo un poquito por ahí, hojeo otro poco por allá y sí me parece que es un buen autor, digno de leerse. Y como muestra un botón:

La tierra siempre nos enseña más sobre nuestra propia naturaleza que todos los libros, porque se nos resiste. El hombre se descubre a sí mismo, cuando se enfrenta a un obstáculo. Sin embargo, para superar ese obstáculo, necesita de una herramienta. Necesita un cepillo de carpintero o un arado. Mientras trabaja, el labriego va arrancando poco a poco algunos secretos a la Naturaleza, y las verdades que extrae son universales. Del mismo modo el avión, sumerge al hombre en todos los viejos problemas.
Tengo siempre ante mis ojos la imagen de mi primera noche de vuelo sobre Argentina, una noche sombría, en la que sólo brillaban titilantes como estrellas, las escasas luces esparcidas por el llano.
En aquel océano de tinieblas cada una de ellas señalaba el milagro de una conciencia. En aquel hogar se leía, se pensaba, se intercambiaba confidencias. En aquel otro, quizá se intenta sondear el espacio. Alguien, acaso, se halla enfrascado en cálculos sobre la nebulosa de Andromeda. En el de más allá, de vez en cuando, aparecerían aquellas luces reclamando su subsitencia. Incluso las más discretas, la del poeta, la del profesor, la del carpintero... Pero entre aquellas estrellas vivas, ¡cuántas ventanas cerradas, cuantas estrellas apagadas, cuantos hombres dormidos...!
Debemos procurar encontrarnos. Es preciso que intentemos comunicarnos con algunas de esas luces que brillan separadas en el campo"
(Tierra de hombres)

martes, 25 de marzo de 2008

Verdad/mentira

After the life mask of William Blake, 1955. Francis Bacon.

“Quizá la verdad, por su naturaleza, sea imposible de expresarse entre las personas, o en todo caso, de expresarse por medio de las palabras. Esto es algo que todo el mundo puede saber por sí mismo. Así, para relacionarse con los demás, se debe renunciar a la verdad y adoptar cualquier mentira convencional”
-Shestov
Penúltimas palabras, 1911

Noches estrelladas

Noche estrellada. Vincent van Gogh.

Himmlischer, als jene bilzender Sterne, dünker uns die unendlichen Augen, die die Nacht in uns geöfften.
(Más celestiales que esas relucientes estrellas nos parecen los ojos infinitos que la noche abre en nosotros.)

Novalis, de Hymnen an die Nacht.

sábado, 22 de marzo de 2008

Releyendo a Dostoievsky (y III)

Pocos libros son tan atroces como Los Hermanos Karamazov: parricidios, humillaciones, triángulos amorosos, errores judiciales... todo acompañado de debates desgarradores en torno a Dios, la utopía, el progreso, la fe, la razón, el Bien o el Mal... ¿cómo este libro puede terminar así?:

"-... ¡Karamazov! grita Kelia. ¿Es verdad lo que dice la religión, que nosotros resucitaremos de entre los muertos, que nos volveremos a ver los unos a los otros, todos, y también Iliucha?
-Seguro, resucitaremos, nos volveremos a ver, nos volveremos a contar alegremente todo lo sucedido -respondió Aliocha entre risueño y entusiasta.
-¡Oh, que bueno será! -dijo Kelia..."

La explicación a este final, que tomamos de Evdonikov, no hay que buscarla tanto en la fe ortodoxa de Dostoievsky (la Resurrección es el dogma central de la Ortodoxia) sino en la dialéctica que, en el autor ruso, se da entre Bien y Mal. Como puede leerse en sus Notas para La vida de un gran pecador -título del ciclo que esperaba empezar el autor ruso con Los hermanos Karamazov- la idea principal era representar en una personalidad, el límite extremo de la caída, a partir de la cual "la vida será bendecida" y "el ideal puro" realizado. En su evolución, el protagonista viviría entre ateos, eslavofilos y europeístas rusos, eremitas, sacerdotes, cismaticos y sectarios; atravesaría sucesivas pruebas y purificaciones que le empujarían finalmente a una alternativa escatológica. En Aliosha -pués él sería "el gran pecador"- estarían representados "los fracasos de las soluciones históricas que anda buscando al destino humano... testimonio de que la única solución digna del hombre está fuera de la historia... reino burgués o ateísmo histórico no son más que etapas que desembocan en una solución que transciende las condiciones puramente humanas".... en definitiva... "el sentido de la historia con su factor -el mal- está en hacer valer todas las posibilidades espirituales del hombre... a medida que éstas se van agotando, la perspectiva escatologica se va haciendo más neta y ayuda a captar el ritmo apocalíptico en la historia y desde el interior de la historia."

Visto desde un punto de vista meramente personal -y tal y como afirmó el propio Dostoievsky al final de su vida, a proposito de ciertas críticas a Los hermanos Karanazov:

".... los ignorantes se han burlado de mi oscurantismo y del caracter retrógado de mi fe. Estos imbéciles no conciben ni siquiera una negación de Dios tan fuerte como la que he manifestado... Es a esto a lo que responde la novela.
En toda Europa no se encuentra expresión tan poderosa de ateísmo. Yo no creo como un niño en Cristo y lo confieso infantilmente. A través del tornillo de la duda es como ha llegado mi
Hossanna"

Releyendo a Dostoievsky (II)

Sin duda uno de los textos más conocidos de Dostoievsky es La Leyenda del Gran Inquisidor. Quien más quien menos ha leído, o oído hablar, de ese capítulo de Los Hermanos Karamazov en la que Iván intenta, mediante esta historia, llevar hasta el paroxismo su negación frente a Aliosha. Y ahí se queda normalmente la lectura; como un desarrollo de los inteligentes argumentos del Gran Inquisidor. Y poco más. Ni se lee las líneas que se dan a continuación (cuando Aliosha le espeta a su hermano que su relato, más que una negación, parece más alabanza a Jesús "Pero... ¡esto es absurdo!, se decía, finalmente gruñendo. Hermano, tu poema es un canto de gloria a Jesús y no un insulto como querías") ni se intenta explicar "el asunto" del silencio y del beso de Jesus. Y es que leyendo la Leyenda, como si fuera la primera vez, uno espera que Jesus en su defensa, hiciese una apolología de Dios o cuando menos una referencia al Sermón de la Montaña o a alguna de las parábolas escritas en los Evangelios. Y sin embargo calla. ¿Qué quiere decir Dostoievski?

Pues bien, he encontrado un pequeño texto, del libro de Berdiaev, El espíritu de Dostoievsky, en el que el filósofo ruso afirma:

"El procedimiento artístico al que ha recurrido Dostoievsky es admirable: Su Cristo permanece todo el tiempo en silencio, queda en la sombra. La idea religiosa positiva no se expresa por medio de ninguna palabra. La verdad sobre la libertad es inexpresable. Pero la verdad sobre la violencia se expresa fácilmente. Por último, la verdad sobre la libertad vencerá en virtud de las contradicciones de las ideas del Gran Inquisidor; resplandece de una manera deslumbradora frente a los propósitos que van contra ella. Este desdibujamiento de Cristo y de su verdad da una impresión artística de extrordinaria fuerza. El Gran Inquisidor argumenta, convence: tiene, en parte, una fuerte lógica, una fuerte voluntad dirigida a la realización de un plan definido. Pero el silencio de Cristo, su dulce mutismo persuasivo, influye más decisivamente que toda la fuerza de la argumentación del Gran inquisidor".

Esto es, dicho en palabras de Henri de Lubac, parece como si el autor ruso quisiera afirmar mediante este procedimiento estético que "cuando más se hable y más se razone, cuando más se renueva sobre el plan de este mundo "El mal se hace más fuerte"... se le aflija o se le exalte sólo él parece real. Todo está en acceder a un plano distinto, encontrar esta cuarta dimensión que es la del reino del Espíritu"

Mañana más.

viernes, 21 de marzo de 2008

Releyendo a Dostoievsky (I)

De la mano de Henri de Lubac estoy releyendo estos días a Dostoievski. Una anectota que recoge de los diarios de la mujer del escritor ruso que menciona el teólogo francés, me ilumina -y creo que viene muy a cuento por estas fechas- una parte de El idiota que no había entendido en toda su profundidad hasta ahora. Dice Anna Grigorievna respecto al encuentro de ella y su marido con una pintura de Holbein en Génova en 1877, en la que se representaba a un Cristo muerto (probablemente sería El cuerpo de Cristo muerto en la tumba que se encuentra actualmente en el Kunstmuseum de Basilea) que:

"...mi marido parecía anonadado... cuando volví, al cabo de veinte minutos, estaba allí con sintomas de una ataque de epilepsia. Yo le tomé dulcemente del brazo e hice que se sentara en un banco, esperando que de un momento a otro comenzase la crisis, que por fortuna no sobrevino. se tranquilizó poco a poco, pero al salir del museo insistió en ver una vez más el cuadro"

No creo que haya que ser muy "avispado" para intuir que lo que pensó Dostoievsky en ese momento lo plasmó más tarde en ese momento de la novela en el que el príncipe Michkin encuentra una copia de este mismo cuadro en la casa de Rogochin y afirma:

"Este cuadro... ¿No crees que puede hacer perder la fe a un creyente?".

Más adelante el protagonista desarrolla esta idea cuando afirma:

"... Lo más extraño era la singular y apasionada pregunta que sugería la vista de este cadáver.... ante una visión semejante..., ¿puede la imaginación revestir de una forma determinada lo que en realidad no la tiene? Me parecía, por momentos, ver esta fuerza infinita, este ser pesado, tenebroso y mudo, materializarse de una manera extraña e indestructible. recuerdo haber tenido la misma expresión que si me cogiese alguien de la mano y con una luz me enseñase una tarantula enorme, asegurándome que aquello era un ser a la vez tenebroso, sordo y todopoderoso y se riese ante mi indignación...."

Por supuesto, mañana más.

jueves, 20 de marzo de 2008

Una vida presente de Julián Marias

Estamos de enhorabuena. Páginas de espuma, acaba de reeditar, junto con la Asociación Española de Personalismo las Memorias que el filósofo vallisoletano Julián Marías, publicó en tres volúmenes en Alianza Editorial en 1989 bajo el título de Una vida presente. Y digo que estamos de enhorabuena ya que estas Memorias -desde mi punto de vista indispensables- estaba descatalogadísimas desde hacía muchos años. Leyéndolas poco a poco (se trata de un volumen de más de novencientas páginas en un formato no precisamente de bolsillo) voy encontrado auténticas joyas, reflexiones muy clarificadoras de lo que ha sido la historia de España durante el siglo XX. Como muestra, os dejo esta referida a la emigración intelectual de 1936.

"Hay un hecho importante, que alguna vez he recordado pero del que nadie que yo sepa se ha dado por enterado: la mayoría de la emigración intelectual no se produjo en 1939, al final de la guerra, sino en 1936, a su comienzo. Es decir, consideraron los escritores o profesores que optaron por salir de España que la libertad estaba perdida en todo caso, que no se podía trabajar -acaso simplemente vivir- con algún decoro. Algunos salieron de España con misiones diplomáticas (Américo Castro, Sanchez Albornoz, por ejemplo); otros con invitaciones a cátedras extranjeras (Salinas, luego Guillén, Montesinos, Menéndez Pidal, Juan Ramón Jiménez); los más a la buena ventura (Ortega, Marañón, Baroja, Azorín). A otros los había sorprendido la guerra en la otra zona, y su suerte fue varia, de mejor o peor gana.

En Madrid fueron asesinados Ramiro de Maeztu, Pedro Muñoz Seca, muchos profesores o investigadores que eran religiosos. En Granada, Federico García Lorca, cuya muerte provocó una conmoción que dura todavía. Unamuno, en Salamanca, conmovido por las noticias de los desmanes y crímenes de la zona republicana, firmó un manifiesto de la Universidad que los repudiaba y expresaba su esperanza en el triunfo de los militares; el Gobierno de la República lo destituyó en agosto, en un decreto firmado por Azaña. A comienzos de octubre, en el acto de apertura del curso académico, convencido de que en la zona llamada "nacional" pasaba lo mismo, expresó su desaprobación, esta vez mediante otro decreto firmado por Franco. De este episodio se ha hablado interminablemente, pero no fuí testigo de él y no tiene lugar en este libro.

En los primeros meses, los medios de representativos de la época anterior dejaron de publicarse: no solo la Revista de Occidente sino también Cruz y Raya, a pesar del incondicional republicanismo de sus directores. Las publicaciones existentes estaban absolutamente politizadas; las nuevas como El Mono Azul, hasta el paroxismo. Los que no querían o no podían vociferar, callaban; la vida intelectual quedó momentánemente interrumpida"

martes, 18 de marzo de 2008

Primer madrigal de Anna Swir

Hoy me gustaría presentaros a Anna Swir. Anna Świrszczyńska nació el 7 de febrero de 1909 en Varsovia en el seno de una humilde familia de artistas. Poeta, autora de obras teatrales, libros para niños y traductora de poesía africana. Su primer libro de poesías Poesías y Prosas en 1936, Durante la ocupación nazi trabajó como enfermera en hospitales de Varsovia y participó en la insurrección de Varsovia de 1944. Más tarde publico Poesía lírica reunida (1958), Las palabras negras, poemas y tres piezas de teatro en un acto (1967), El viento (1970), Construyendo la barricada (1974), Soy Mujer (1975) entre otros. Falleció en Cracovia el 30 se septiembre de 1984. Postumamente se publicó el volumen Hablando a mi cuerpo (1996).

Os transcribo este poema no sólo por considerarlo un buen poema o ser la autora -en mi opinión- una autora a descubrir (no hay casi nada traducido de ella al castellano) sino por ser un buen ejemplo de los que se ha dado a llamar "La escuela polaca de poesía", una poesía vanguardista, si, pero muy alejada del subjetivismo al que tiende la literatura, en general, a este lado del continente.


Primer madrigal.


Esta noche de amor
era pura
como un antiguo instrumento de música
y el aire que levantaba.

Suntuosa
como un rito de coronación
y carnal
como el vientre de la parturienta
espiritual
como la cifra.

No era más que un instante
pero quizo ser un balance de la vida.
Muriéndose
todavía se empeñaba en conocer
el principio del mundo.

Esta noche de amor
tenía aspiraciones.


Traducción de Krystyna Rodowska.

lunes, 17 de marzo de 2008

Una pequeña reflexión sobre el arte en Santo Tomás de Aquino

"Lo que está bien en el arte no es el bien del apetito humano, sino el bien de las mismas obras de arte. Por tanto, el arte no presupone el apetito recto [ con respecto al bien del hombre]."

Summa theologica (I-II q. 54 a4)

viernes, 14 de marzo de 2008

A Defence of Poetry

"La poesía anula esa maldición por la cual estamos subordinados a lo accidental de las impresiones que nos vienen de fuera. Y ya sea que despliegue su figurado telón o que descorra el oscuro velo de la vida ante la escena de las cosas, la poesía igualmente crea para nosotros un ser dentro de nuestro ser.... La poesía crea un nuevo universo después de haber aniquilado en nuestro espíritu el universo formado por la repetición de chatas impresiones."

Shelley, de A Defence of Poetry.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Tres artículos sobre la Guerra de España de Simone Weil (y III)

"Desde mi niñez he simpatizado con las agrupaciones políticas que estaban a favor de los humillados y de los oprimidos por las jerarquías sociales; hasta que comprendí que esos grupos políticos no merecen ninguna simpatía. La CNT española fue el último de esos grupos en el cual yo tuve confianza. Había viajado a España antes de la Guerra civil y conocía el país, no muy bien, pero lo suficiente para amar a este pueblo tan difícil de resistir. En el movimiento anarquista había visto el expresión natural de su grandeza y de sus errores, de sus legítimas necesidades y de sus deseos legítimos. La CNT y la FAI eran una mezcla sorprendente. Todos eran bienvenidos y tenían acceso allí, y como consecuencia coexistían estrechamente oposiciones incompatibles: por un lado el cinismo, la corrupción, el fanatismo y la crueldad, por otro la fraternidad, el amor a la humanidad y el anhelo de dignidad que caracteriza a los hombres sencillos. Lo que animaba a los primeros era el gusto del desorden y la violencia, pero los segundos se proponían realizar un ideal: ellos determinaban, me parece, la dirección que seguía la CNT.

En julio de 1936 yo estaba en París. No me gusta la guerra, pero en la guerra siempre me pareció que lo más horrible era la situación de los que permanecían en la retaguardia. Cuando comprendí que, contra mi propia voluntad, no podía dejar de participar moralmente en la guerra, es decir anhelaba día a día y a toda hora la victoria del uno y derrota del otro, tuve que reconocer que para mí París era la retaguardia. Tomé el tren a Barcelona, para enrolarme como voluntaria. Fue a principios de 1936.

Un accidente me obligó a interrumpir mi estancia en España. Permanecí algunos días en Barcelona; después estuve en el campo, en Aragón, a orillas del Ebro, a quince kilómetros de Zaragoza, en el mismo sitio donde cruzaron el río recientemente las tropas del general Yagüe; luego en el palacio de Sitges, que ahora sirve de hospital; después de nuevo en Barcelona; unos dos meses en total. Tuve que irme de España contra mi voluntad; me proponía regresar. Ahora he renunciado voluntariamente a retornar. No sentía ninguna necesidad interior de participar en un guerra que ya no era, como había pensado al principio, un enfrentamiento de campesinos hambrientos contra los terratenientes y sus cómplices, los curas, sino una confrontación entre las potencias europeas: Rusia, Alemania e Italia."

Tres artículos sobre la Guerra de España de Simone Weil (II)

"Sé que voy a causar disgusto y extrañeza a muchos buenos compañeros. Sé que voy a provocar un escándalo. Pero cuando uno invoca la libertad debe tener el valor de decir lo que se piensa, aunque ello no cause alegria a nadie.

Seguimos día a día, con aliento contenido, el combate que se desarrolla al otro lado de los Pirineos. Tratamos de ayudar a los nuestros. Pero esto no nos absuelve de tener que sacar concluisiones de una experiencia que ha costado la vida a tantos obreros y campesinos.

Ya se ha hecho una experiencia de este tipo en Europa: la rusa. También ella ha costado muchas vidas. Lenin había reivindicado ante el mundo un Estado en el que no habría ejercito, policía ni burocracia separadas de la población. Cuando él y los suyos llegaron al poder, construyeron, en el transcurso de una larga y dolorosa guerra civil, la burocracia militar y polocial más opresiva que haya sufrido hasta la fecha un pueblo desgraciado.

Lenin era el jefe de un partido político, es decir de un aparato destinado a la conquista y ejercicio del poder. Muchos dudaron entonces de su sinceridad y de la de sus compañeros; de todos modos podía suponerse que existían contradicciones entre los objetivos que proclamó Lenin y la estructura de su partido. En cambio, es imposible dudar de la sinceridad de nuestros compañeros anarquistas de Cataluña. Y sin embargo, ¿qué ocurre ante nuestros ojos en España? Vemos que se desarrollan formas de coerción y ocurren casos de inhumanidad directamente opuestos al ideal humano y libertario de los anarquistas. Las necesidades y el ambiente de la Guerra Civil se sobreponen a las apiraciones para cuya realización se ha iniciado la Guerra Civil.

Odiamos en nuestra propia sociedad la coacción militar, la policía, la coerción en el trabajo y las mentiras que difunden la prensa y la radio. Odiamos las diferencias de clase, la arbitrariedad y la crueldad.

Sin embargo en España reina la coacción militar. Se ha decretado la movilización y el servicio militar, a pesar de que no se ha interrumpido la afluencia de voluntarios. El Consejo de Defensa de la Generalitat, el cual nuestros compañeros de la FAI ejercen funciones directivas, ha dispuesto que se aplique el antiguo código militar de las milicias.

También en las fábricas reina el régimen de coerción. El gobierno catalán, en el cual nuestros compañeros controlan los ministerios económicamente decisivos, acaba de disponer que los obreros efectúen tantas horas extras como el gobierno estime necesario. Otro decreto prevé que los obreros que no cumplan con las normas serán considerados como facciosos y tratados como tales. Esto significa lisa y llanamente la aplicación de la pena de muerte en la producción industrial.

La policía tradicional, tal como existía antes del 19 de julio ha perdido caso todo su poder. En cambio, en los tres primeros meses de Guerra Civil, los comités de investigación, los responsales políticos y también, con demasiada frecuencia, individuos irresponsables, han efectuado fusilamientos sin la más mínima apariencia de juicio legal ni posibilidad de control sindical o de otro tipo. Desde hace pocos días se ha instituido tribunales populares destinados a juzgar a los facciosos, reales o supuestos. Todavia es muy temprano para saber qué efecto tendrán esas reformas.

También la mentira ha resucitado después del 19 de julio...."

Tres artículos sobre la Guerra de España de Simone Weil (I)

"¿Qué pasa en España? Todos los que vienen de allá tienen algo que decir, alguna historia que divulgar o algún juicio que pronunciar. Se ha puesto de moda ir allá a echar un vistazo, hacerle una visita a la Guerra Civil y a la Revolución y regresar con um puñado de artículos periodísticos. No hay diario ni revista que no publique reportajes sobre los acontecimientos en España. El resultado no podía ser otro que la superficialidad. En primer lugar, una transformación social sólo puede apreciarse correctamente en función de la repercusión que tiene en la vida diaria de cada individuo. Pero no es facil penetrar en la vida cotidiana "del pueblo". Además, ésta cambia diariamente. Obligación y espontaneidad, ideal y necesidad se mezclan de tal modo que se produce una inmensa confusión, no sólo en las condiciones objetivas, sino también en la conciencia de quienes están implicados en los acontecimientos, ya sea como actores o como espectadores. Allí reside incluso el verdadero caracter y quizá también el gran mal de la Guerra Civil. Ésta es la primera conclusión que se saca después de un rápido examen de lo que ha ocurrido en España. Lo que sabemos sobre la Revolución Rusa confirma con cuantía esta conclusión. Es falso que la revolución produzca automáticamente una conciencia más elevada, más clara y más intensa. En realidad ocurre todo lo contrario, al menos cuando la revolución asume la forma de guerra civil. En la tormenta de la guerra civil se perde la relación entre principios y la realidad; desaparecen los criterios según los cuales pueden juzgarse acciones e instituciones; la transformación de la sociedad queda librada al azar. ¿Cómo es posible dar un informe coherente después de una corta residencia y observaciones fragmentarias? En el mejor de los casos sólo podrán transmitirse algunas impresiones y sacar pocas conclusiones."

lunes, 10 de marzo de 2008

"El valle del Issa"

"Una de las particularidades del valle del Issa es que en él viven más demonios que en otros lugares. Es posible que los sacuces carcomidos, los molinos y la maleza de las orillas sean especialmente acogedores para estos seres que se aparecen tan sólo cuando ellos lo desean. Los que lo han visto dicen que el demonio es más bien pequeño, del tamaño de un niño de nueve años, que lleva un frac verde, chorrera, el pelo recogido en forma de cadogán, medias blancas y que, con la ayuda de unos zapatos de tacon alto, procura ocultar las pezuñas, de las que se averguenza. Hay que aceptar estas explicaciones con cierta reserva. ¿Quien sabe si los demonios, conocedores de la supersticiosa admiración de la gente por los alemanes -hombres expertos en comercio, investigación y ciencia-, no tratarán de darse importancia vistiéndose como Emmanuel Kant, de Koenigsberg? No en vano, junto al Issa, al que posee una fuerza impura se le llama también el "alemancillo", dando a entender con ello que el demonio es un aliado del progreso. De todos modos, cuesta creer que pudieran vestirse así cada día. Por ejemplo, uno de sus entretenimientos favoritos consistía en bailar en los cobertizos donde se agrama el lino y suelen estar en las afueras del pueblo: ¿cómo podrían, con sus fracs, levantan esas nubes de polvo y agramiza, sin preococuparse por mantener un aspecto respetables? ¿Y por qué, al estar dotados de una especie de inmortalidad, habrían elegido precisamente un traje del siglo dieciocho?"

domingo, 9 de marzo de 2008

"Informe desde la ciudad sitiada"

Busto de Tucídides.

INFORME DESDE LA CIUDAD SITIADA

Demasiado viejo para llevar las armas y luchar como los otros-

fui designado como un favor para el mediocre papel de cronista
registro -sin saber para quién- los acontecimientos del asedio

debo ser exacto mas no sé cuándo comenzó la invasión
hace doscientos años en diciembre septiembre¹ quizá ayer al amanecer
todos padecen aquí del deterioro de la noción del tiempo

nos quedó sólo el lugar el apego al lugar
aún poseemos las ruinas de los templos los espectros de jardines y casas
si perdemos nuestras ruinas nada nos quedará

escribo tal como sé en el ritmo de semanas inconclusas
lunes: almacenes vacíos la rata ha devenido moneda corriente
martes: alcalde asesinado por agentes desconocidos
miércoles: conversaciones sobre el armisticio el enemigo confinó a los legados ignoramos dónde se encuentran esto es el lugar de su suplicio
jueves: tras una turbulenta asamblea se rechaza por mayoría de votos
la propuesta de los comerciantes de especias de rendición incondicional
viernes: comienza la peste sábado: se ha suicidado
un desconocido inflexible defensor domingo: no hay agua rechazamos
un ataque en la puerta este llamada Puerta de la Alianza

lo sé todo esto es monótono a nadie puede conmover

evito comentarios las emociones mantengo a raya escribo sobre hechos
aparentemente sólo ellos son valorados en los mercados foráneos
pero con cierto orgullo deseo informar al mundo
que gracias a la guerra hemos criado una nueva variedad de niños
a nuestros niños no les gustan los cuentos juegan a matar
despiertos y dormidos sueñan con la sopa el pan los huesos
exactamente como los perros y los gatos

al atardecer me gusta deambular por los confines de la Ciudad
a lo largo de las fronteras de nuestra libertad incierta
miro desde lo alto el hormigueo de los ejércitos sus luces
escucho el tronar de los tambores los alaridos bárbaros
en verdad es inconcebible que la Ciudad todavía se defienda

el asedio continúa los enemigos deben ser reemplazados
nada les une excepto el anhelo de nuestra destrucción
godos tártaros suecos huestes del César regimientos de la Transfiguración del Señor2
quién los enumerará
los colores de los estandartes cambian como el bosque en el horizonte
desde el delicado amarillo de aves en primavera a través del verde del rojo hasta el negro invernal

así al atardecer liberado de los hechos puedo pensar
en asuntos antiguos lejanos por ejemplo en nuestros
aliados de ultramar lo sé su compasión es sincera
envían harinas sacos de ánimo grasa y buenos consejos
ignoran incluso que nos traicionaron sus padres
nuestros ex-aliados desde los tiempos de la segunda Apocalipsis

sus hijos no tienen culpa merecen gratitud así que les estamos agradecidos
no sufrieron un asedio largo como una eternidad
a quienes alcanzó la desdicha están siempre solos
los defensores del Dalai-Lama kurdos montañeses afganos

ahora cuando escribo estas palabras los partidarios del pacto
conquistaron cierta ventaja sobre la fracción de los intransigentes
habituales las oscilaciones de ánimo los destinos aún se sopesan

los cementerios crecen disminuye el número de los defensores
pero la defensa perdura y perdurará hasta el final
y si cae la Ciudad y uno solo sobrevive
él portará consigo la Ciudad por los caminos del exilio
él será la Ciudad

miramos en el rostro del hambre el rostro del fuego el rostro de la muerte
y el peor de todos -el rostro de la traición
y sólo nuestro sueños no fueron humillados

(1984)

¹La noche del 13 de Diciembre de 1981 fue decretado en todo el país el estado de guerra, el movimiento democrático «Solidaridad», el primer sindicato independiente en un país socialista, fue disuelto y declarados ilegales todos los acuerdos firmados entre el sindicato y el gobierno. A la declaración del estado de guerra siguió una represión generalizada. En Septiembre de 1939, por otra parte, dio comienzo, como es sabido, la segunda guerra mundial.
2El Regimiento de la Transfiguración del Señor era el nombre de un cuerpo militar especial que constituía la guardia personal y fidelísima del zar.

De "Informe desde la ciudad sitiada y otros poemas". Traducción de Xaverio Ballester

Madrid, Ediciones Hiperión, 1993.

sábado, 8 de marzo de 2008

"El penitente"

Me llama mucho la atención, la gran cantidad de libros de Isaac Barshevis Singer que se están publicando últimamente en España. Un amigo de Kafka, El mago de Lublin, Sombras sobre el Hudson, El esclavo, La casa de Jampol, Amor y exilio... se están editando con exito en formatos grandes y pequeños, en tapa dura y como libro de bolsillo. Sin embargo, hoy me gustaría tratar sobre uno de los libros más desconocidos del autor judío en España -y para mi gusto, uno de los mejores- editado por Plaza & Janes hace la friolera de veintitrés años: El penitente. Me interesa este libro porque retrata -muy bien- lo que puede ser la reacción, bastante lógica, de una persona con una gran conciencia ética en una época como la actual, y su búsqueda de un fundamento moral, de una seguridad, de un orden. No creo que haya que ser un moralista empedernido para observar lo difícil que puede ser la supervivencia en un mundo tan decadente y desesperado como el nuestro; pero también -y esa es una de las tesis del libro- la tentación que, desde planteamientos morales como los del protagonista del libro, existe de caer en brazos de instituciones, grupos de cariz totalitario, capaces de ofrecer esa seguridad, ese orden. En un Estado totalitario, por ejemplo, no rondan asesinos, en tanto en cuanto, todas las armas pertenecen al Estado.

Para abrir boca, y como muestra de la temática del libro, aqui os presento dos pequeños fragmentos:

"Cogí mis dos maletines y salí. Baje las escaleras y pronto me encontré de nuevo en el frío de la calle. Sabía que, no sólo estaba abandonando mi casa, sino también empezando una nueva vida. No podía quedarme en la calle. El frío era glacial y además hacía viento. Paré a un taxi y dije al conductor que me llevara al primer hotel que me vino a la mente. Firmé en el registro con el nombre que se me ocurrió. Había perdido a mi mujer, a mi amante y también mi negocio, porque ya no deseaba seguir en Nueva York y ni siquiera en America. Sin embargo, no tenía sensación alguna de pérdida. Me acosté y dormí el sueño más tranquilo que había tenido en años. Cuando abrí los ojos ya brillaba el sol. Decidí negociar cuanto poseía en dinero contante y sonante, lo más rápidamente posible y lo que no pudiera liquidar me limitaría a abandonarlo. No podía decir que me sentía como si hubiera vuelto a nacer; era, más bien, la sensación de alguien que acababa de morir y cuya alma se había introducido en otro cuerpo."
.....

"Ése era mi talante aquella mañana cuando bajé al restaurante para desayunar. Compré un periodico, encontré en él todo aquello de lo que quería escapar: las guerras, la glorificación de las revoluciones, asesinatos, violaciones, protestas cínicas de los políticos, articulos editoriales embusteros, la exaltación de libros estúpidos, obras de teatro y filmes pornográficos. El periódico rendía pleitesía a todo tipo de idolatría y se mofaba de la verdad. De acuerdo con la opinión de los editoriales, si los votantes se decidieran por el presidente que ellos patrocinaban, que aplicaría ésta o aquella reforma, todo se arreglaría en el mundo. Incluso en la página dedicada a las esquelas, todo parecía en cierto modo optimista. Contenía una relación de todos los logros de quienes habían muerto y exhibían sus fotografías. Había muerto un productor teatral y aparecía una lista de todas las obras de teatro baladíes que había producido, todas las incidencias que había puesto en escena. Se enaltecía el hecho de que hubiera fallecido relativamente joven. Y se subrayaba el que hubiera acumulado una inmensa fortuna que había legado a su cuarta o quinta mujer.

Ese mismo día habían detenido a un asesino, alguien inculpado del mismo delito varias veces con anterioridad, pero que en cada ocasión fuera puesto en libertad bajo fianza o bajo palabra. Aparecía su fotografía junto con el nombre de su abogado, cuya tarea consistía en enseñar a aquel asesino la forma de eludir su justa condena para que pudiera seguir asesinando a gente inocente.

Sí era mucho de lo que había que escapar y rechazar. Pero escapar, ¿adónde?..."

viernes, 7 de marzo de 2008

Crucifixion (detalle) Matthias Grünewald ca. 1515, Musée d'Unterlinden, Colmar

jueves, 6 de marzo de 2008

¡Manzanas!


Antes yo era muy nervioso. Más heme aquí en una nueva senda.

Coloco la manzana sobre mi mesa. Luego me introduzco en esa manzana. ¡Qué tranquilidad!

Parece sencillo. Sin embargo, hacía veinte años que lo intentaba y no pude lograrlo, pretendiendo empezar por allí. ¿Por qué no? Tal vez me habría creido humillado, teniendo en cuenta sus pequeñas dimensiones y su vida opaca y lenta. Es posible. Los pensamientos de la capa de abajo rara vez son bellos.

Comenzé, pues, de otra manera y me uní al Escalda.

El Escalda, en Amberes, donde fui a encontrarlo, es ancho e importante y tiene un gran caudal. Apresa los novios de alto bordo que allí se presentan. Es un rio. Un rio verdadero.

Resolví hacerme una misma cosa con él. Me pasaba todas horas del día en el muelle, pero me distraía en numerosas e inútiles vistas.

Además, a pesar mio, miraba de vez en cuando a las mujeres, y eso es cosa que un rio no permite, ni una manzana lo permite, ni nada de la naturaleza.

El Escalda, pues, y mil sensaciones. ¿Qué hacer? De pronto, habiendo renunciado a todo, me encontré...; no diré que en su lugar, pues a decir verdad nunca fue completamente eso. El Escalda corre incesantemente (he ahí su gran dificultad) y se desliza hacia Holanda, donde encontrará el mar y tendrá cero de altura.

Vuelvo a mi manzana; alli fueron todavía necesarios algunos intentos; hubo experiencias, en fin, ¡es toda una historia! Partir es poco comodo, así como explicarlo.

Pero lo diré en una palabra. Sufrir es la palabra.

Cuando llegué adentro de la manzana, estaba yo helado


El moralista

Releyendo El pensamiento cautivo.

Lo que separa al moralista encerrado en su habitación, ajeno al "mundo", creador de frases redondas, "llamado" a arrastrar al universo indiferente hacia el Bien... y el lacayo de un poder totalitario es el deseo por ser "socialmente útil", el deseo por avalar su moralismo con unos resultados sociales. Más tarde, lo de siempre, después de algún tiempo, escribiendo frases redondas, la Autoridad no verá muy compatible la colaboración, con la pureza de intenciones.
No se puede ignorar -dijo, entre aplausos, poco antes de dar "el salto"- los problemas y la vida real.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Conjuro

Noche estrellada sobre el Ródano. Vicent van Gogh

Arguices of Innocence

To see a World in a Grand of Sand
And a Heaven in a Wild Flower,
Hold Infinity in the palm of your hand,
And Eternity in an hour.
A Robin Redbreast in a Cage
Puts all heaven in a Rage.
...................................................................
A Skylark wounded in the wind
A Cherubin does cease to sing.
...................................................................
Joy and Woe are woven fine,
A Clothing for soul divine;
Under every grief and pine
Runs a joy wth silken twine.
................................................................
Every Morn and every Night
Some are Born to Sweet Delight
Some are Born to Sweet Delight
Some are Born to Endless Night

William Blake

domingo, 2 de marzo de 2008

El "Hombre Nuevo"

Releyendo El pensamiento cautivo.

... el “hombre nuevo”, despojado de todos sus adjetivos, es aquel ser humano que niega cualquier tipo de fidelidad, afirmación del mundo u orden jerárquico; aquel para el que el mundo y el ser humano -”tan sólo” un animal- se rige por la sola fuerza, las leyes de la naturaleza y del sistema social, la economía o la Historia. (Para el “hombre nuevo”,cualquier análisis que vaya más allá de esta constatación es “idealista.” )
El "hombre nuevo" inmola la razón, arrojándose por la pendiente de la acción pura. Tiende a adherirse a “movimientos” cuyos objetivos son la búsqueda -mediante la fuerza- de un nuevo orden, de una nueva pureza, de una nueva fe capaz de cambiar al hombre por medio del cambio de las condiciones sociales. Y por supuesto, quienes se sitúen al margen, por escrúpulos morales o religiosos, son enemigos de la felicidad del hombre, seres incapaces de asumir sus responsabilidades. Gente a eliminar.
Para el “hombre nuevo”, la filosofía más “realista” es aquella capaz de calmar su deseo de una verdad brutal... de sumergir las “ilusiones” de la filosofía y del pensamiento humano en el movimiento de la materia.
En cuanto al arte, ya no cree que sea necesario... en su cólera es incapaz de sentir amor por el mundo que nos rodea, contemplar su sensual belleza. Condenado al movimiento continuo, el “hombre nuevo” no puede quedarse quieto y contemplar. No puede encontrar sosiego más que en las formas, los sonidos y los colores, en fragmentos de materia. Cuando más violento, directo y tendencioso es un arte o un artista mucho mejor es para él. El “hombre nuevo” cuando es artista se desliza a lo estereotipado. Ya no plasmaba una idea propia, sino que cumple una misión.
Lo que hay en el fondo del ojo del “hombre nuevo” es odio. Su capacidad analítica se desarrolla y acelera mediante el odio, interrelacionando fenómenos políticos o económicos nunca pensados hasta el momento.... simplificando el mundo hasta transformar a todos los seres y cosas en conceptos puros (políticos, económicos, biológicos, genéticos). El comportamiento derivado en este análisis no puede ser más que violento, tendencioso y sin escrúpulos... haciendo desaparecer los límites entre verdad y propaganda, palabra y grito de guerra.
Este tipo de nuevo ser, es una vuelta -a través del nihilismo- al salvajismo, una nueva caída en los brazos de la pasión ciega.

Gente así hay mucha.