Baudelaire, Lautreàmont, Verlaine, Heine.... quizá una buena manera de entender el porqué de la formación y legitimación "intelectual" del totalitarismo durante el siglo XX, sea acercándose al “mensaje oculto” que emanaba de buena parte de la literatura del siglo XIX: las almas nobles deben resistirse el materialismo grosero de la burguesía -los filisteos- y -consecuentemente- deben buscar un orden y un hombre nuevo sobre el que reine la "Razón humana".
Este “mensaje oculto” floreció con fuerza en los años veinte y treinta en forma de diferentes partidos y "movimientos" capaces, según se decía, de poner en práctica tales cambios. Ante la crisis económica y política, el mundo se volvió demasiado absurdo como para soportarlo sin buscar alternativas. Y así, una buena parte de los artistas e intelectuales de la época comenzaron a burlarse de la democracia, del “Sistema” que había que enterrar y clamando por la llegada de una nueva humanidad que, se decía, ya se acercaba.
Este “mensaje oculto” floreció con fuerza en los años veinte y treinta en forma de diferentes partidos y "movimientos" capaces, según se decía, de poner en práctica tales cambios. Ante la crisis económica y política, el mundo se volvió demasiado absurdo como para soportarlo sin buscar alternativas. Y así, una buena parte de los artistas e intelectuales de la época comenzaron a burlarse de la democracia, del “Sistema” que había que enterrar y clamando por la llegada de una nueva humanidad que, se decía, ya se acercaba.
La tragedia que ocurrió después (y sus innumerables "justificaciones") no puede explicarse sin entender la gran necesidad de un orden racional, que gran parte de los intelectuales que vivieron en esta época -el siglo XX- sintieron.
Dios nos libre de tanta irracionalidad.
A propósito de la fotografía, hace unas semanas vi en el “Canal 33” una entrevista, realizada en 1959 a Simone de Beauvoir. Me causó una impresión tremenda esta mujer. Impresiona la rapidez con la que respondía a las preguntas, qué cerebro tan bien estructurado, por Dios!
ResponderEliminarEn la entrevista, de Beauvoir no parecía una persona sectaria, aunque el entrevistador pretendía encasillarla. Eso sí, le costaba mucho criticar los totalitarismos de izquierdas del momento como el totalitarismo chino o el soviético ... pero probablemente en 1959 los intelectuales de izquierdas no podían / sabían hacer otra cosa.
Al respecto, el año pasado en agosto leí un libro interesante: “Koba el terrible” de Martin Amis.
Espero que la mala racha haya terminado.
Un abrazo.
Victor...que alegría verte por aquí..
ResponderEliminarLo que planteas es, para mi, justamente el problema...¿Cómo personas tan brillantes (eso es indiscutible) pudieron ser tan irresponsables?
Respecto a lo que comentas respecto a los intelectules de izquierda en 1959 no estoy del todo de acuerdo, en tanto que si que hubo intelectuales de izquierda capaz de "ver claro" (como por ejemplo, en Francia y en esa época, como el valiente de Camus o antes de la guerra Simone Weil).
Mi crítica a muchos intelectuales (de izquierda y de derecha)no es total, por supuesto.
Orwell, Weil, Camus, Mann, Milosz Hesse... ahí están y siempre hay que recordarles.
(Por cierto, he estado hoy leyendo algo de Gaziel ("Memorias del desierto" creo que se llamaba) y parece que también pertenece a esta estirpe de intelectuales honestos... y que alegría encontrar a gente así!!!)
Fuertes saludos
PD: ya estoy mejor, muchas gracias...
No he leído nada de Gaziel, desgraciadamete. "Meditaciones en el desierto" debe ser un libro triste... y seguramente lúcido por lo que sé.
ResponderEliminarmmmm... interesante recomandación, le seguiré la pista. Aunque la lista de libros en espera empieza ser ya exhasperante.
Un fuerte abrazo.
Víctor
Ya me contarás...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo