Capella dos Ossos, Evora
LA CAIDA
La muerte de un hombre es como la caída de una poderosa
nación
Que tuvo valientes ejércitos, capitanes y profetas,
Que tuvo valientes ejércitos, capitanes y profetas,
Y ricos puertos y barcos en todos los mares,
Pero ahora no socorrerá ninguna sitiada ciudad,
No entrará en ninguna alianza,
Porque sus ciudades están vacías, su población dispersa,
Su tierra que una vez proveyó de cosechas está saturada de
cardos,
Su misión olvidada, su lengua perdida,
El dialecto de un pueblo puesto sobre inaccesibles
montañas.
Czeslaw Milosz
Versión de Rafael Díaz Borbón
Versión de Rafael Díaz Borbón
Qué buen elección. Es un poema muy original. Gracias
ResponderEliminarGracias a tí Lauren. Justamente, la idea "me vino a la cabeza", leyendo esa fantástica entrada que dedicaste a esa capilla de Évora.
ResponderEliminarMuchos saludos
Joaquín, hay algo, seguramente frívolo, que me ha llamado la atención, Díaz ¿Borbón?, no conocía el interés de los Borbones por la literatura, ni su alianza dinástica con los Díaz ;).
ResponderEliminarYo tampoco
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