Diálogo entre Jean-Paul Sartre y Daniel Cohn-Bendit.
Le Nouvel Observateur, Edición Especial Nº 183.
París, 20 de mayo 1968.
Le Nouvel Observateur, Edición Especial Nº 183.
París, 20 de mayo 1968.
Jean-Paul Sartre: En pocos días... Francia se encontró paralizada por los paros y las ocupaciones de fábricas. Todo a consecuencia de que los estudiantes se hicieron dueños de la calle en el Barrio Latino. ¿Qué impresión tienen ustedes del movimiento que han desencadenado? ¿Hasta dónde puede llegar?
DanielCohn-Bendit: Ha alcanzado una extensión que nosotros no podíamos prever al comienzo. En este momento, el objetivo es derribar el régimen. Pero no depende de nosotros que este objetivo llegue o no a lograrse....
JPS: Por ahora hay una evidente desproporción entre el carácter masivo del movimiento de huelga, que permite, en efecto, un enfrentamiento directo al régimen, y las reivindicaciones, con todo limitadas (salarios, organización del trabajo, jubilaciones, etc.), presentadas por los sindicatos.
DC-B: Hubo siempre un desnivel, en las luchas obreras, entre el vigor de la acción y las reivindicaciones iniciales. Pero puede suceder que... el dinamismo del movimiento, llegue a modificar en la marcha la naturaleza de las reivindicaciones. Una huelga desencadenada para lograr conquistas parciales puede transformarse en un movimiento insurreccional. ... Si realmente cambia el sistema –confieso que lo dudo- tendrá aceptación y todo marchará bien. Pero si tenemos –con los comunistas o sin ellos- un gobierno... que proponga sólo reformas y reajustes menores, la extrema izquierda se verá reforzada y habrá que continuar presentando los verdaderos problemas de organización de la sociedad, de poder obrero, etc....Pero no estamos todavía en eso, ni siquiera es seguro que el régimen caiga.
JPS: Hay casos, cuando la situación es revolucionaria, en que un movimiento como el vuestro no se detiene, pero también suele suceder que el impulso declina. En este caso, es preciso tratar de ir lo más lejos posible antes de su detención. ¿Cuál es en su opinión la parte irreversible en el movimiento actual, suponiendo que acabe enseguida?
DC-B: Los obreros lograrán el cumplimiento de cierto número de reivindicaciones materiales... importantes reformas tendrán lugar en la Universidad por obrar de las tendencias moderadas del movimiento estudiantil y de los profesores. No serán reformas radicales... pero de todos modos tendremos cierto peso: presentaremos propuestas precisas, y sin duda algunas serán aceptadas... no se atreverán a negarnos todo... será un progreso, pero nada fundamental habrá cambiado, por lo que continuaremos cuestionando el sistema en su conjunto....no creo que la revolución sea posible de un día para otro... sólo será posible obtener mejoras sucesivas... pero estas mejoras no podrán ser impuestas sino por acciones revolucionarias.... el movimiento estudiantil... aunque transitoriamente pierda energía, toma un valor de ejemplo para muchos jóvenes trabajadores. Utilizando los medios de acción tradicionales del movimiento obrero –la huelga, la ocupación de la calle y de los lugares de trabajo-, hemos derribado el primer obstáculo: el mito por el cual “nada puede hacerse contra el régimen”... se ha demostrado la eficacia de los métodos revolucionarios.
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JPS: El problema sigue siendo el mismo: mejoras o revolución. Como usted dice, todo lo que ustedes hacen a través de la violencia es recuperado por los reformistas de una manera positiva. La Universidad, gracias a lo que ustedes han hecho, se verá mejorada, pero siempre dentro del marco de la sociedad burguesa.
DC-B: Es evidente; pero creo que no hay otro modo de avanzar... No sé hasta qué punto llegará, lo que sé es que se hará lentamente; pero es la única estrategia posible....vamos más bien hacia un cambio perpetuo de la sociedad, provocado, en cada etapa, por acciones revolucionarias... Pero no puede soñarse en hacer estallar la sociedad burguesa. Lo que no quiere decir que no haya que hacer nada: todo lo contrario, es necesario luchar paso a paso a partir de un cuestionamiento global... Lo que ha sucedido desde hace dos semanas constituye... una refutación de la famosa teoría de “las vanguardias revolucionarias” consideradas como las fuerzas dirigentes de un movimiento popular... una situación objetiva, derivada de lo que se llama de un modo vago “el malestar estudiantil” y de la voluntad de acción de una parte de la juventud, decepcionada por la inacción de las clases que ejercen el poder. La minoría activa pudo, por el hecho de ser teóricamente más consciente y estar mejor preparada, encender el detonador y penetrar por la brecha. Pero eso es todo... es necesario abandonar la teoría de “la vanguardia dirigente” para adoptar aquella –más simple y más honrada- de “la minoría activa”... fermento permanente, impulsando a la acción sin pretender la dirección... En determinadas situaciones objetivas –con la ayuda de una minoría activa- la espontaneidad retoma su lugar en el movimiento social. Es ella la que promueve el avance, y no las órdenes de un grupo dirigente.
JPS: Lo que mucha gente no comprende, es que ustedes no buscan elaborar un programa, ni dar una estructura al movimiento. Les reprochan querer “destruirlo todo” sin saber –en todo caso sin decir- lo que ustedes quieren colocar en lugar de lo que derrumban.
DC-B: ¡Claro! Todo el mundo se tranquilizaría... si fundáramos un partido... Ya no se estaría frente a “la anarquía”, el “desorden”, la “efervescencia incontrolable”... La fuerza de nuestro movimiento reside precisamente en que se apoya en una espontaneidad “incontrolable”, que da el impulso sin pretender canalizar o sacar provecho de la acción que ha desencadenado... tratar de hacer comprender la situación, no a la totalidad de los estudiantes ni siquiera a la totalidad de los manifestantes, pero a un gran número de entre ellos. Para eso, es preciso evitar la creación inmediata de una organización o definir un programa que serían inevitablemente paralizantes. La única oportunidad del movimiento es justamente ese desorden que permite a las gentes hablar libremente y que puede desembocar, por fin, en cierta forma de autoorganización... Primero hay que hablar, reflexionar, buscar fórmulas nuevas. Las encontraremos. Pero no hoy.
JPS: El movimiento estudiantil... está ahora en la cresta de la ola. Pero están por llegar las vacaciones... El gobierno aprovechará para realizar reformas. Invitará a estudiantes a participar en ellas, y muchos aceptarán diciendo: “Nosotros sólo pretendemos reformas”, o si no: “Son sólo reformas, pero es mejor que nada y las hemos obtenido por la fuerza”. Tendrán una Universidad transformada, pero los cambios pueden muy bien ser sólo superficiales... ¿Creen ustedes poder obtener “mejoras” que introduzcan realmente elementos revolucionarios en la Universidad burguesa...?
DC-B: ...las reivindicaciones puramente materiales pueden tener un contenido revolucionario... [aunque] ...no pienso que las reformas que podrá hacer el gobierno sean suficientes para desmovilizar a los estudiantes. Las vacaciones señalarán indudablemente un retroceso, pero no quebrarán el movimiento.. hay que capitalizar lo que acaba de pasar, analizarlo teóricamente y prepararse para una nueva acción en la reapertura... En cuanto a la posibilidad de lograr que la enseñanza impartida en la Universidad se vuelva una “contra-enseñanza”... me parece un poco idealista... Nuestro objetivo es lograr poner en marcha una “enseñanza paralela” tanto técnica como ideológica. Se trata de que nosotros mismos volvamos a poner en marcha la Universidad sobre bases completamente nuevas, aunque esto no dure más que unas pocas semanas. Acudiremos a los profesores de izquierda y de extrema izquierda que estén dispuestos a trabajar con nosotros... Podríamos inaugurar seminarios en todas las facultades –por supuesto nada de clases magistrales- sobre los problemas del movimiento obrero, sobre la utilización de la técnica al servicio del hombre, sobre las posibilidades que ofrece la automación... planteando problemas concretos... lo importante no es... lanzar una experiencia de ruptura completa con esta sociedad; una experiencia que no dure pero que deje entrever una posibilidad... basta para probar que ese algo puede existir.
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JPS: ... los estudiantes no constituyen una clase. Ellos se definen por la edad y por una relación con el conocimiento. El estudiante... por definición, un día dejará de ser estudiante, en no importa cuál sociedad, incluso en aquella en la que soñamos.
DC-B: Eso es lo que justamente hay que cambiar. En el sistema actual se dice: existen los que trabajan y los que estudian. Y todo queda en una división, aunque sea sensata, del trabajo social. Pero es posible imaginar otro sistema en el cual todo el mundo toma parte en las tareas de producción –reducidas al máximo gracias a los progresos de la técnica- y en el cual todos tengan la posibilidad de proseguir paralelamente estudios continuos. Es el sistema del trabajo productivo y del estudio concomitante.... Evidentemente habrá casos especiales: no se puede dedicarse a las matemáticas avanzadas, o a la medicina y ejercer otra actividad al mismo tiempo. No se trata de instituir reglas uniformes. Pero es el principio de base el que ha de ser cambiado. Es preciso rechazar, desde un comienzo, la distinción entre estudiante y trabajador.... nada de esto tendrá lugar mañana mismo, pero algo hay que se ha puesto en marcha y... proseguirá ineludiblemente.
JPS: Lo interesante de la acción que ustedes desarrollan es que lleva a la imaginación al poder. Ustedes poseen una imaginación limitada como todo el mundo, pero tienen muchas más ideas que sus mayores. Nosotros estamos formados de un modo tal que tenemos ideas precisas sobre lo que es posible y lo que no lo es. Un profesor dirá: “¿Suprimir los exámenes? Jamás. Se puede perfeccionarlos, pero no suprimirlos”. ¿Por qué esto? Porque ha pasado por los exámenes durante la mitad de su vida.
La clase obrera ha imaginado a menudo nuevos métodos de lucha, pero siempre en función de la situación precisa en la que se encontraba. En 1936 inventó la ocupación de las fábricas, porque era la única arma que tenía para consolidar y sacar provecho de una victoria electoral. Ustedes tienen una imaginación mucho más rica y las frases que se leen en los muros de la Sorbona lo prueban. Hay algo que ha surgido de ustedes que asombra, que trastorna, que reniega de todo lo que ha hecho de nuestra sociedad lo que ella es. Se trata de lo que yo llamaría la expansión del campo de lo posible. No renuncien a eso.
La tragedia es que las ideas revolucionarias tardan años en gestarse y, quizás, hacerse realidad; pero basta cinco minutos de chiquilicuatrismo para derrumbarlas.
ResponderEliminarHay una teoría sobre el origen de los perros, que dice que los perros los creó el hombre seleccionando a los lobos más mansos que se encontraba, y por ello más domesticables; generación tras generación, este rasgo particular de los lobos más mansos, por selección, habría dado origen a este animal tan receptivo y sumiso.
Echando un vistazo hacia atrás, no me parece muy desacertado ver en estos doscientos últimos años una especie de selección parecida... un saqueo de capital humano colosal, guerras, revoluciones, represiones... (ya no hay lobos en Europa, tan sólo perros (y ovejas, muchas ovejas).
Quizá tengas razón... de todas maneras te diré que yo no soy un gran enamorado de las ideas revolucionarias.
ResponderEliminarMi intención con esta serie es simplemente ofrecer, como un documentalista, una serie de textos, videos (ya verás..) etc que puedan ofrecer una imagen de Mayo del 68. Mayo del 68 es, desde este punto de vista, un hecho histórico muy agradecido ya que aporta mucho material.
Mi opinión sobre este asunto... quizá me anime a ofrecerla dentro de unos días en otra entrada.
Muchos saludos.