Estudio de Goethe en Weimar
"Está aquí Hegel, a quién Goethe tiene un gran afecto, por mucho que algunas de los frutos que han brotado de su filosofía no acaben de ser de su agrado. Esta tarde Goethe ha convocado un té en su honor al que también ha acudido Zelter, aunque tenía la intención de volver esa misma noche.
He habló mucho de Hamann, sobre todo por parte de Hegel, quién desarrolló unos puntos de vista tan profundos sobre aquella mente extraordinaria que sólo podían haber surgido del más serio y concienzudo estudio de su pensamiento.
A continuación la conversación derivó hacia la esencia de la dialéctica.
-En el fondo, no es más que el espíritu de contradicción, regulado y metódicamente articulado, que reside en todo ser humano -aclaró Hegel- y que demuestra ser un valioso don para distinguir lo verdadero de lo falso.
-¡Si no fuera porque muchas veces se abusa de tales artes y habilidades intelectuales empleándolas para hacer verdadero lo falso y falso lo verdadero! -replicó Goethe.
-Efectivamente, este tipo de cosas pasan -admitió Hegel-, pero sólo recurren a ellas los enfermos de espíritu.
-En este caso, rompo una lanza a favor del estudio de la naturaleza, que no permite contraer semejante enfermedad -repuso Goethe-. Pues en la naturaleza nos enfrentamos con la verdad infinita y eterna, que rechazará enseguida a todo aquel que no obre de forma absolutamente pura y honesta en la observación y en el tratamiento de su objeto de estudio. Es más, estoy convencido de que más de un enfermo dialéctico podría encontrar una benefactora curación en el estudio de la naturaleza.
Nos hallábamos todavía inmersos en una espléndida conversación y distrayéndonos animadamente, cuando Zelter se puso en pie y, sin mediar palabra, salió de la habitación. Sabíamos que le apenaba despedirse de Goethe y que optaba por esta conmovedora escapatoria a fin de sobreponerse a ese momento tan doloroso."
He habló mucho de Hamann, sobre todo por parte de Hegel, quién desarrolló unos puntos de vista tan profundos sobre aquella mente extraordinaria que sólo podían haber surgido del más serio y concienzudo estudio de su pensamiento.
A continuación la conversación derivó hacia la esencia de la dialéctica.
-En el fondo, no es más que el espíritu de contradicción, regulado y metódicamente articulado, que reside en todo ser humano -aclaró Hegel- y que demuestra ser un valioso don para distinguir lo verdadero de lo falso.
-¡Si no fuera porque muchas veces se abusa de tales artes y habilidades intelectuales empleándolas para hacer verdadero lo falso y falso lo verdadero! -replicó Goethe.
-Efectivamente, este tipo de cosas pasan -admitió Hegel-, pero sólo recurren a ellas los enfermos de espíritu.
-En este caso, rompo una lanza a favor del estudio de la naturaleza, que no permite contraer semejante enfermedad -repuso Goethe-. Pues en la naturaleza nos enfrentamos con la verdad infinita y eterna, que rechazará enseguida a todo aquel que no obre de forma absolutamente pura y honesta en la observación y en el tratamiento de su objeto de estudio. Es más, estoy convencido de que más de un enfermo dialéctico podría encontrar una benefactora curación en el estudio de la naturaleza.
Nos hallábamos todavía inmersos en una espléndida conversación y distrayéndonos animadamente, cuando Zelter se puso en pie y, sin mediar palabra, salió de la habitación. Sabíamos que le apenaba despedirse de Goethe y que optaba por esta conmovedora escapatoria a fin de sobreponerse a ese momento tan doloroso."
Hablando de filosofía, aunque se separe algo del texto de D. Cogito: ante la nueva rebaja en educación secundaria de horas de las asignaturas específicsmente filosóficas, se han creado plataformas de recogida de firmas para intentar evitar lo que parece inevitable:
ResponderEliminarhttp://www.gopetiti on.com/online/ 18452.html
http://plataformafilosofia.blogspot.com/
Gracias
Vamos a ver si se me ocurre una buena entrada para dar publicidad...
ResponderEliminarEstimado señor Don Cógito, me permito escribir en su blog , lo que hasta ahora no había hecho y es que una entrada sobre Goethe me fascina tanto que impulsa casi sin freno mi intervención.
ResponderEliminarHe leído y releído casi todas las obras de ese gran hombre de la humanidad llamado Goethe. Alguna me falta y és el caso de las " Conversaciones ".
He entrado en el vínculo para ver la edición y las notas sobre la mísma.
Esperaba el momento de que esta obra entrara en mi biblioteca y parece que está llegando, gracias a Vd. por la excelente entrada.
Lo leído, es magnífico. ¡ Cuánta sapiencia junta!
Reitero las gracias.
De nuevo aquí.
ResponderEliminarPor si al autor le interesa, tengo dos entradas en mi blog sobre Goethe,el genio incomprendido en estas latitudes:
* etiquetas: genialidad, historia, poesía: Marienbad- Karlsbad- Weimar, año de 1823.
* etiquetas: Inquietud. Sobre Faust.
No es lo propio inducir al blog de una misma, pero en el caso de Goethe, en contrándome a alguien que lo admire, no me queda otra opción.
Espero que usted sepa perdonármelo.
Saludos cordiales