Reflexionando sobre los cambios fronterizos que se produjeron en Polonia después de 1945, puede decirse, como regla general, que un cambio importante en la población o territorio de un país conlleva su desaparición (por mucho que conserve su nombre) y la aparición de otro. El nuevo país puede conservar su nombre o -más o menos- su carácter previo, pero es diferente.
Hay personas en las que tales cambios, se producen de una manera -digamos- íntima. Por ejemplo, a lo largo de sus vidas, puede darse que la nacionalidad y el estado de quienes nazcan en las localidades en los que nacieron sus padres varíe.
Quizá sea preferible que la existencia de los estados (estados que garanticen en algo la vida de sus ciudadanos, claro) duren más que la vida de los individuos que la componen.
Hay personas en las que tales cambios, se producen de una manera -digamos- íntima. Por ejemplo, a lo largo de sus vidas, puede darse que la nacionalidad y el estado de quienes nazcan en las localidades en los que nacieron sus padres varíe.
Quizá sea preferible que la existencia de los estados (estados que garanticen en algo la vida de sus ciudadanos, claro) duren más que la vida de los individuos que la componen.